Sevilla

El comando andaluz que aterrizó en el Ministerio del Interior tras la constitución del último Gobierno popular de la mano de Juan Ignacio Zoido no está pasando desapercibido en este escaso medio año de legislatura. Más bien, se está dejando notar y ha protagonizado episodios sonados, como la supuesta adjudicación de un piso gratis a un alto cargo, las reuniones o llamadas con imputados, o las diferencias con la dirección del partido.

Cuando el juez y exalcalde sevillano tomó posesión como ministro del Interior el pasado noviembre, no lo hizo solo. Un nutrido grupo de andaluces dieron con él el salto a Madrid para ocupar puestos de responsabilidad. Fue el caso del director General de Tráfico, Gregorio Serrano –exconcejal del Ayuntamiento de Sevilla-, o el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto –exalcalde de Córdoba-, entre otros muchos.

No han transcurrido ni seis meses de aquellos nombramientos, pero Zoido ya se ha visto obligado a salir en defensa de ambos. El caso más reciente es el de la Operación Lezo que ha llevado a prisión a Ignacio González y a su hermano Pablo. Nieto se reunió con el hermano del expresidente de la Comunidad de Madrid un día después de que supiera que su familia estaba siendo investigada por el saqueo del Canal de Isabel II.

El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, momentos antes de su comparecencia este viernes. Efe

Nieto: "Es una cacería"

El ahora secretario de Estado de Seguridad ha atribuido a una "cacería" la polvareda levantada intencionadamente tras conocerse su reunión con Pablo González, que también está en prisión. Nieto ha dicho en el Congreso, donde ha comparecido a petición propia y del PSOE, que este encuentro ha sido "tergiversado y manoseado". "Nada se ha ocultado" y "nadie se ha escondido", ha dicho.

El juez que instruye el caso, Eloy Velasco, enmarca esta reunión en la preocupación de la familia González por las pesquisas abiertas contra ellos, aunque el Ministerio de Interior sostiene que la cita duró “15 minutos” y no se habló nada relacionado con la Operación Lezo. Pese a estas explicaciones, el propio Zoido tuvo que dar la cara en el Senado y defender la “absoluta transparencia” con la que actuó de su número dos.

Sin embargo, en esa comparecencia, el ministro sevillano cometió un lapsus que provocó un auténtico tsunami en las redes sociales: “O usted se cree que somos tan tontos de pretender, si queremos destruir, si queremos hacer alguna de las barbaridades que usted ha afirmado aquí en el día de hoy, lo vamos a hacer a las 9.30, a la hora que… con un registro en su despacho, o procuraríamos en todo caso ocultarnos como lo hacíamos antes”.

Las reacciones no se hicieron esperar. Por ejemplo, el dirigente de Podemos Pablo Echenique tuiteó: “Que dice Zoido que la reunión entre González y su número dos no es nada turbio porque, si no, se habría ocultado "como hacíamos antes" (sic.)”. IU Andalucía; o la formación de IU en Andalucía, que también afeó las palabras del ministro: “Zoido ya ni se corta en admitir que actúan como una banda de delincuentes: “Procuraríamos en todo caso ocultarnos, como hacíamos antes”.

Esta reunión no ha sido el único aspecto controvertido en el que se ha visto implicado el ministro del Interior. Zoido también reveló -esta vez lo hizo él mismo y se adelantó a una posible filtración- que Ignacio González también se puso en contacto con él tras su nombramiento para felicitarle: “Me dio la enhorabuena pero ni le he visto ni he tenido la oportunidad de hacerlo”. Al parecer, el expresidente de la Comunidad de Madrid le pidió “tomarse un café”, aunque ese encuentro nunca se produjo.

Para el secretario de Estado de Seguridad tampoco ha sido el único contrapié del mes. Nieto se llevó un fuerte varapalo después de que la dirección nacional del partido le aplicara la incompatibilidad de su nuevo cargo con seguir siendo presidente del PP de Córdoba. El número dos de Interior no aceptó de buen grado esta decisión de Génova que llegó a tachar de “absurda” y la puso en duda: “No se ha gestionado todo lo bien que debería”.

El piso

En la misma situación está otro andaluz, el secretario de Hacienda y presidente del PP de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, que tampoco podrá presentarse a la reelección para liderar el partido en la provincia andaluza. Aunque, igualmente acata la orden del partido, quiso aclarar que él no ha renunciado, sino que “lo que ha habido ha sido una decisión de hacernos incompatibles y, por lo tanto, no poder presentar nuestra candidatura al congreso provincial. Ésa es la realidad, la pura realidad y la única verdad”.

Otro alto cargo por el que Zoido ha tenido que hacer frente a las críticas de la oposición es por el director de la DGT, Gregorio Serrano, con quien compartió bancada durante sus años como alcalde y portavoz del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla. En esta ocasión, el motivo fue la supuesta cesión por parte del Ministerio del Interior de un piso de la Guardia Civil a Serrano con una reforma previa de más de 50.000 euros en la zona madrileña de Guzmán el Bueno.

En el Congreso, y después de que el propio Serrano negara las acusaciones, el ministro aseguró que no era cierto que éste hubiera disfrutado de dicho piso, aunque defendió que le asiste “el derecho histórico a ocupar una vivienda (…) como lo han hecho otros directores de la DGT”. “No se ha hecho adjudicación, no se han iniciado los trámites de cesión, no se ha hecho ninguna petición a Patrimonio ni se han pedido los informes de la Abogacía del Estado. No se ha concedido ningún piso ni ha sido atendida la solicitud de la Guardia Civil”, reiteró Zoido.

A todos estos asuntos se suma la controvertida agenda institucional del ministro del Interior, que está despertando algunos recelos al centrar muchas de sus apariciones en actos que se desarrollan en Sevilla o en otras provincias andaluzas, por lo que hay semanas que apenas pasa algunos días en su despacho del ministerio en Madrid.