El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue chantajeado con un vídeo en el que un empresario confesaba el pago de mordidas al entonces tesorero del partido, Álvaro Lapuerta. Así al menos lo relata el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, en una de las conversaciones obrantes en la investigación que le ha costado terminar en prisión preventiva. En la escucha, González explica al exministro Eduardo Zaplana cómo el presidente Rajoy -según su versión- recurrió a Luis Bárcenas para frenar la amenaza y pagar al empresario de la comunicación que en esos momentos controlaba la grabación. “Le soltaron pasta por la puta cinta. Para taparlo”, mantiene González. Una cinta que, de existir, nunca ha visto la luz.
Diversas fuentes consultadas por este diario confirman la existencia de esta grabación, si bien matizan que no se trata de un vídeo, sino de un archivo sonoro almacenado en formato DVD. Además, estas mismas fuentes certifican que en ese audio se escucharía a un empresario reconocer pagos al extesorero del PP Álvaro Lapuerta.
En la conversación, intervenida el pasado 19 de febrero por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Ignacio González vincula la puesta en circulación de la cinta al exresponsable del Canal de Isabel II Ildefonso de Miguel, también investigado en la causa. “Empiezo a pensar que fue bastante más listo. Le sacó una grabación a un empresario que tengo que hacer memoria de la empresa que era, diciendo que le daba pasta a Álvaro Lapuerta y no sé si a Rajoy”, explica González. “Y esa cinta... -prosigue el expresidente madrileño- yo en aquel momento macho, no estaba en esta guerra. Ildefonso cogió esa cinta, porque nos estaban atacando, y se la dio a Julio Ariza [...] Y ahora me he enterado de que Julio Ariza, con esa cinta, se fue a ver a Mariano a chantajearle”.
Las palabras de González relacionan con el presunto chantaje al máximo responsable del Grupo Intereconomía, Julio Ariza, para quien durante un tiempo trabajó Ildefonso de Miguel, mano derecha de González en el Canal.
“Julio Ariza es exactamente igual, vamos a ver. Los personajes no tienen nada que ver en el fondo, Pedro Pérez, Esperanza Aguirre, Julio Ariza… Si tú no quieres (sic) que algo se sepa, cuéntaselo a cualquiera de estos”, mantiene Eduardo Zaplana en la escucha. “Bueno, yo pensaba que esto ya había quedado tal cual, y me dice el abogado que le ha contado Bárcenas que él tuvo que negociar con Ariza y que le soltaron pasta por esa puta cinta. Para taparlo”.
Según las palabras del expresidente madrileño, el Partido Popular no fue el único postor para el vídeo en el que un empresario reconocería el pago de dinero opaco al Partido Popular: “Se la ofrecieron al gobierno venezolano por diez millones de euros”.
“No me extraña…”, asiente Zaplana.
“Empieza la cacería”
En la conversación, González habla abiertamente de la “guerra” que mantiene con Mariano Rajoy y la cúpula del partido. Una batalla que tiene distintas referencias en las conversaciones del sumario. De hecho, el hombre de confianza de Esperanza Aguirre relata en otra de sus confidencias el detonante de la ruptura con Génova: “Esperanza, en toda esa locura de obras que hicimos, decide hacer un tren de Móstoles a Navalcarnero, éste (el empresario Juan Miguel Villar Mir) se presenta al concurso y hace una oferta de locos diciendo que él asume a riesgo y ventura toda la obra. Es en esa obra, alguien, yo no sé si estaba ya (Francisco) Granados ahí, alguien le debe de pedir pasta y este piensa que me la llevo yo”, explica González a Luis Vicente Moro, ex delegado de Gobierno en Ceuta, con quien mantiene también diversas conversaciones.
Pocos meses después de la adjudicación del tren de Navalcarnero, se celebran las elecciones generales de 2008, en las que Mariano Rajoy pierde frente al PSOE. “Es cuando yo tengo la confrontación con Rajoy en el Comité y luego el tema del Congreso de Valencia. Cuando salimos de ese comité donde yo hago esa intervención, al día siguiente publican que Rajoy me ha afeado la conducta, mi honorabilidad en el comportamiento, yo me cojo un cabreo y me voy a hablar con Rajoy y tengo con él una agarrada en el despacho de cojones y a partir de ahí es donde empieza la cacería”, sostiene.
Según González, su conversación con el presidente terminó en “una bronca de la hostia”. “Y en esa bronca le digo: ¡Oye Mariano!, si este va a ser el sistema de funcionamiento que vas a implantar a esto ahora, chico, a mí me parece una locura”. “A partir de ahí sabes que te va a matar”, le espeta el exminsitro Zaplana. “Ahí es cuando me viene a matar. Entonces ya empieza toda la artillería”.
Rajoy, detrás del espionaje
El expresidente de la Comunidad de Madrid coloca a Mariano Rajoy en sus conversaciones como uno de los instigadores del espionaje que llevó a un detective privado a seguirle en Colombia. “Yo tengo, en el pleito acreditado, que lo ha pagado Villar Mir, vamos que lo ha pagado”, asevera. “Tienen una reunión con Mariano Rajoy, porque de eso me he enterado a través de uno de los abogados de Bárcenas, en la que le dice que yo me he llevado la pasta. Y entonces estos hijos de puta me montan esta historia”, explica González sobre el espionaje. Las palabras del expresidente madrileño confirman la información que reveló hace semanas EL ESPAÑOL, por la que varios responsables del PP Nacional fueron avisados de la existencia de presuntos pagos por parte del OHL en una cuenta en Suiza.
El ex hombre fuerte del PP de Madrid explica que tiene además una nueva fuente para afianzar su teoría; el empresario Javier López Madrid, con el que ha entablado cierta amistad. González tiene trato con él hasta conseguir un objetivo: que el exmiembro de OHL reconozca que el padre de su mujer, el empresario Juan Miguel Villar Mir, fue quien contrató a los detectives: “Y me reconoce que su suegro le daba dinero a Lapuerta, aparte de para el partido. Y además me dice que es que ellos pensaban que detrás de la comisión famosa de esa obra estaba yo, pero que él sabe que yo al final no me he quedado con ningún dinero”, destaca.
Tras la investigación de la Fiscalía Anticorrupción, se ha llegado a detectar que efectivamente se hizo un pago por parte de OHL de 1,4 millones de euros a una cuenta en Suiza, cuyo titular es el empresario Adrián de la Joya. Durante su declaración ante el juez Eloy Velasco, tras el estallido de la Operación Lezo, este empresario reconoció que OHL le ingresó dinero en esa cuenta pero cuando descubrió que era para pagar a un político decidió quedarse con la presunta comisión porque la constructora le debía dinero de un trabajo previo.
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