En menos de 24 horas, el Ministerio de Educación ha cambiado de criterio y ahora investigará si los libros de texto catalanes adoctrinan a los alumnos. El detonante ha sido un dossier del sindicato catalán de profesores AMES que fue recogido por Ciudadanos en el Parlament de Cataluña a principios de mes y en el Congreso esta misma semana. El informe que ha encargado el Gobierno se ha solicitado en el pasado sin ningún resultado concreto. Algunos diputados recuerdan que en Cataluña llueve sobre mojado en la elaboración de manuales educativos tendenciosos.
El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, respondió el miércoles al portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, que sus competencias son limitadas en las aulas catalanas. Pero este jueves su número dos ha rectificado. El secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, ha encargado un informe “detallado y urgente” a la Alta Inspección sobre los manuales de los estudiantes de 10 y 12 años en Cataluña y otras comunidades por si hay “planteamientos ideológicos partidistas” y “tendenciosos”.
"En breves días dispondremos de ese informe y nos pronunciaremos una vez escuchado de profesionales y de la Alta Inspección si se está vulnerando o no la normativa", ha reconocido Marín. Ante la posibilidad de que se esté vulnerando la LOMCE, el Ministerio ha dicho que no duda en acudir a los tribunales: “Se hará un requerimiento y se irá a través de los juzgados”.
La Generalitat ve "malicia"
La Generalitat ha mostrado su "desconcierto" y ha dicho que el estudio de AMES está descontextualizado. "Es evidente que el Ministerio de Educación hace una reacción a partir de titulares y de cuestiones que ha visto estas últimas horas; es una lástima porque las administraciones públicas tenemos que estar para serenar los ánimos y para que en los centros educativos se trabaje con el máximo de tranquilidad", ha asegurado el secretario de Políticas Educativas de la Generalitat, Antoni Llobet.
El informe de AMES recoge ejemplos de libros de texto utilizados en colegios catalanes en los que se puede ver cómo un mapa de Europa dibuja a Cataluña como una nación distinta a España o a Cataluña como un país miembro de la Unión Europea. Y recoge conceptos históricos modificados ad hoc, como el término corona cataloaragonesa.
“Se han encontrado planteamientos ideológicos partidistas, es decir, planteamientos que sólo son defendidos por determinados partidos políticos, que lo hacen aunque no sean planteamientos acordes con nuestra Constitución, por lo cual, en un Estado de derecho, no se deberían enseñar en los centros educativos”, explican los autores del informe.
Pese al decisión que ha tomado Educación, Marín ha reconocido que la competencia para elegir los libros de texto en colegios e institutos corresponde a profesores, algo que permiten “generalmente” las comunidades autónomas. El Gobierno ha insistido en que el informe no se circunscribe únicamente a Cataluña. En 2001, durante el segundo mandato de José María Aznar, la Inspección denunció la manipulación de los libros de texto en el País Vasco en un exhaustivo informe que tardó un año en elaborar. El documento denunciaba conceptos que deformaban la historia y la geografía.
La recatalanización
Ciudadanos ha venido denunciando recurrentemente el adoctrinamiento en la escuela catalana. Y recuerdan que la raíz del problema es mucho más antigua. El famoso plan de recatalanización de Jordi Pujol en los años noventa dedicaba un amplio epígrafe a la estrategia educativa.
El objetivo, tal y como fue publicado por la prensa catalana entonces, era "impulsar el sentimiento nacional catalán de los profesores, padres y estudiantes". El documento proponía "editar y emplear libros de texto sobre la historia, geografía, arte, literatura y economía de Cataluña y de los Países Catalanes, y establecer acuerdos con editoriales para su elaboración y difusión". También se recogía la "catalanización de los programas de enseñanza. Análisis previo y aprobación del contenido por parte de personas responsables y de confianza".