El expresidente del Gobierno José María Aznar ha reclamado este viernes en El Escorial (Madrid) que para afrontar el desafío independentista catalán se haga "buena política" y los partidos no nacionalistas se unan para articular una alternativa de gobierno al nacionalismo.
Además, Aznar ha considerado que si el independentismo crea una situación "irreductible", y "en eso está", utilizar los medios "legítimos" que tiene la Constitución y el Estado de derecho no será una opción, sino un "deber" de las instituciones democráticas, el de mantener la legalidad.
En su discurso de clausura del curso de verano de la fundación que preside, FAES, Aznar ha insistido en afrontar con la ley las pretensiones de los independentistas, pero también ha recalcado la necesidad de "hacer política".
Y para él, hacer "buena política" en Cataluña significa sentar las "bases de entendimiento" y "sumar voluntades" para articular una alternativa al nacionalismo.
"Hacer política ahora es sentar las bases de esa alternativa y decirlo claramente", ha señalado el expresidente, quien considera que es mejor "trabajar democráticamente y en serio" para que los independentistas no sigan gobernando que limitarse a "lamentar su deslealtad".
La prueba más seria
José María Aznar ha advertido en esta intervención de que el desafío independentista en Cataluña es seguramente "la prueba más seria a la que se va a someter" el sistema constitucional español, y ha acusado a los nacionalistas de pretender prescindir de las reglas del juego.
"Quien da una patada al tablero no puede pedir que el juego continúe, quien. Quien utiliza el órdago como forma de conducirse en política, no puede reprochar que el órdago se acepte y, con todas las cartas en la mano, quien lo da, lo pierda", ha señalado.
Y ha insistido en que frente a quienes han decretado "ilegítimamente" un "estado de excepción en Cataluña" hay que proponer la "normalidad de la Constitución y la ley".
Tras esta defensa de que se aplique la ley contra las pretensiones de los soberanistas, Aznar ha insistido en su concepción de "hacer política" en Cataluña buscando la unión de los partidos que pueden conformar una alternativa a los nacionalistas.
Así, ha señalado que se puede lamentar la deslealtad de los independentistas o trabajar democráticamente para que esos desleales no sigan gobernando, y se puede uno quejar del radicalismo de los interlocutores o trabajar para cambiarlos. En ambos casos, ha subrayado, apuesta por la segunda opción.
En definitiva, ha dicho Aznar, "hacer política en Cataluña es ganar votos, movilizar y fortalecer una sociedad civil que no quiere que el independentismo usurpe su sentimiento de identidad".
El expresidente del Gobierno ha finalizado su discurso defendiendo ese "esfuerzo permanente de suma" que ofrezca propuestas "aceptables para un mayor número de ciudadanos", algo que ha defendido no solo para Cataluña sino también para España y para Europa.