La izquierda abertzale enterró este miércoles al etarra Kepa del Hoyo, que falleció de un infarto en una cárcel de Badajoz, y aprovechó el sepelio para exigir al lehendakari, Íñigo Urkullu, el fin de la dispersión de los presos de la banda terrorista. "Acabar con la dispersión es más responsabilidad suya que de ningún otro", dijo el portavoz de Sortu, Arkaitz Rodríguez. Tras el entierro, el próximo acto para reclamar el acercamiento de los presos será el próximo sábado. Para ese día hay prevista una manifestación a las 18:00 en la plaza consistorial de Galdakao (Vizcaya), localidad natal del fallecido.
El homenaje de la izquierda abertzale ha generado discrepancias entre el Partido Popular (PP) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), dos formaciones que han colaborado intensamente en los últimos meses en el Congreso de los Diputados. La presidenta del PP de Vizcaya, Raquel González, pidió a Urkullu prohibir los actos conmemorativos. "Debe intervenir en unos homenajes que son ilegales", afirmó. En la misma línea se pronunció el presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzabal, quien dijo que los actos en memoria de Del Hoyo son "absolutamente inaceptables" y "no se pueden permitir". Ciudadanos-Euskadi también pidió que los homenajes a miembros de ETA "dejen de estar impunes".
González criticó también a Ibon Uribe, alcalde de Galdakao, del PNV, por "promover una declaración oficial de condolencia a la familia del recluso" y por "facilitar los trámites para su traslado a Euskadi". El Partido Socialista de Euskadi (PSE), socio de Gobierno del PNV en la región, no se ha pronunciado al respecto.
El fin de la dispersión, sobre la mesa
La tensión tras la muerte de Del Hoyo puede afectar a futuras negociaciones entre el PP y el PNV, socio indispensable para el Ejecutivo de Mariano Rajoy. El pasado mes de mayo la formación vasca llegó un acuerdo con el PP para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2017 a cambio de una rebaja de 500 millones en el Cupo vasco.
En septiembre se retomarán las negociaciones sobre las transferencias pendientes al País Vasco y la aprobación de los Presupuestos Generales de 2018. Entre las competencias que el Ejecutivo vasco reclama está el acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas, como informó EL ESPAÑOL el pasado mes de marzo.
EH Bildu y Sortu utilizaron este miércoles el entierro para culpar al PP de la muerte de Del Hoyo. Urkullu ha pedido a la izquierda abertzale "que asuma su responsabilidad" y aseguró que éstos han "impedido" la vuelta de presos al País Vasco. "Cada uno es responsable de sus actos y sabrá qué ha hecho en estos últimos veinte años", dijo el lehendakari.
El portavoz de Sortu acusó en el entierro a Urkullu de contribuir "al sostenimiento de la política criminal de la mano del PSOE y del PP" y de permitir el Gobierno de Mariano Rajoy.
"Son sólo 200 presos"
Del Hoyo fue detenido en 1998 y condenado a 25 años de prisión por haber facilitado información para el asesinato de dos miembros de la Policía Nacional: Daniel Villar, en 1997, y Modesto Rico, en 1998.
En marzo, fuentes del Gobierno afirmaron que el traslado de presos a cárceles vascas ya no es una línea roja. "De todas formas, son sólo 200 presos", decía por entonces un alto cargo del PP en privado.
"Es imprescindible que todos los presos vuelvan a casa", afirmó este miércoles el portavoz abertzale. Mientras, las calles de Galdakao amanecían con carteles que rezaban: "Política penitenciaria asesina".