Los independentistas están seguros de que el Govern ya tiene preparada toda la logística para la realización del referéndum del 1 de octubre y ya tiene las urnas y el censo para la consulta. Este jueves, el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, ha mostrado su confianza en que el referéndum tendrá todas las garantías: "Si el Gobierno dice que no hay que temer por las urnas y el censo, es que no hay que temer".
Sànchez no ha querido entrar en hasta qué punto está avanzada la organización de este referéndum, pero ha concluido que esto forma parte de las "responsabilidades de la administración" y ha asegurado en que confía en que los preparativos se está haciendo bien.
Lo ha dicho en el acto de presentación de la campaña unitaria del 'sí' que impulsan entidades y partidos independentistas, después de que el diputado de la CUP Benet Salellas, en una entrevista de Europa Press, haya afirmado: "Nos han dicho que tienen un censo y también nos han dicho de dónde sale".
En la entrevista, Salellas ha señalado que a la CUP no le han comunicado nada sobre el tema de las urnas, pero considera que el Govern ya debería tenerlas porque el Estado cada vez pondrá más impedimentos contra el 1-O. "Habrá una cierta aceleración del contexto, de la coyuntura política y, por lo tanto, todo lo que no se haya hecho pues cada vez será más difícil hacerlo", ha zanjado.
Salellas reivindica que la CUP ha fiscalizado al Govern en cuanto a la celebración de este referéndum preguntando, controlando y supervisando la labor de la Generalitat y fruto de esto han recibido información del Ejecutivo que ha hecho "que este Govern exista a día de hoy".
"Si hubiéramos visto que el referéndum no avanzaba en la buena dirección, nosotros teníamos la obligación de denunciarlo y de hacer caer este Govern. No lo hemos hecho porque el Govern nos ha dado unas informaciones de que se está desplegando", concluye.
"¿Cuánto se atreverán a hacer en contra de la democracia?"
También la diputada de la CUP, Mireia Boya, en declaraciones a Radio Nacional, ha reforzado la confianza en el Govern para que tenga a punto toda la organización. "Nosotros no nos encargamos de la logística. Y además de las urnas y del censo, nos gustaría que se explicara dónde hay que ir a votar, cómo lo pueden hacer los catalanes que no estén en Cataluña y cómo será todo el proceso".
Confrontada con las declaraciones del presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, que garantizó que no permitiría el referéndum y que está dispuesto a convocar un Consejo de Ministros extraordinario si se aprueba la ley del mismo, la diputada señala que este es "un discurso insostenible para el Estado" y que dependerá del presidente elegir "la imagen mundial que quiere dar del país".
"¿Que hará el Constitucional y el Consejo de Ministros? ¿Entrar en los colegios electorales y llevarse las urnas? ¿Qué imagen mundial dará España si está negando a la ciudadanía votar? ¿Cuánto se atreverán a hacer en contra de la democracia? ¿Qué consecuencias a nivel de imagen de España está dispuesto a asumir Rajoy para prohibir votar? Es un discurso insostenible para el Estado y se equivoca. Lo mejor es que nos dejen votar y si no lo hace estamos dispuestos a asumir hasta las últimas consecuencias para llevar a cabo esta consulta", ha recalcado.
"No son actos violentos"
Sobre los ataques violentos de Arran, que en las últimas semanas ha realizado varias acciones en contra de lo que considera ser el "turismo masificado" de Cataluña, Boya ha destacado que se trata de "un acto simbólico que quiere lanzar el debate sobre el modelo turístico de Barcelona, y de otras ciudades catalanas". "No son actos violentos, no se ha quemado un autobús; son pintadas, simplemente, como se han hecho con muchísimos temas", subraya la diputada.
Para Mireia Boya, el problema es la ausencia de debate sobre el tema: "Tanto el Gobierno catalán como el ayuntamiento de Barcelona se niegan a entrar en este debate y para nosotros es importante afrontarlo. Muchos vecinos de estos barrios están siendo expulsados por multinacionales que están comprando los pisos y triplicando los precios de los alquileres, sin entrar a hablar de las condiciones precarias de muchos de los trabajadores del sector del turismo".
La diputada niega que exista un odio hacia el turismo, sino que se pretende hacerlo más sostenible: "No hay turismofobia, simplemente queremos que el modelo turístico de Barcelona entre al orden del día y que se hable de las medidas que tienen que tomarse para que los vecinos dejen de ser expulsados".