Mariano Rajoy ha utilizado la economía, la lucha contra el terrorismo y el desafío independentista en Cataluña para sepultar el pleno monográfico sobre el caso Gürtel que se ha celebrado este miércoles en el Congreso. El presidente del Gobierno ha esgrimido, entre otras razones, que ya ha intervenido 52 veces en sede parlamentaria para hablar de corrupción, que se ha enfrentado recientemente a una moción de censura, y que lo que toca ahora es hablar de lo que verdaderamente importa a los españoles.
Rajoy ha aprovechado el formato del debate, que le era favorable por no tener límite de tiempo frente a los 15 minutos del resto de grupos, para desviar la atención de cualquier asunto que sonase a Gürtel. De hecho ni siquiera ha pronunciado esa palabra a los nombres de Francisco Correa y Luis Bárcenas. El presidente ha hablado de Lasa y Zabala con la portavoz del PSOE, Margarita Robles, o de Irán y Venezuela con Pablo Iglesias. Rajoy ha enumerado una batería de medidas que según su Gobierno han contribuido a mejorar la lucha contra la corrupción.Y ha desafiado a la oposición a presentar otra moción de censura.
"Resulta bastante pintoresca su obsesión en pretender juzgar y condenar en esta Cámara a mi formación política (...) En los sistemas constitucionales modernos se establecido un instrumento para exigir responsabilidad política al Gobierno: la moción de censura", ha dicho Rajoy. "Son muchos los retos que tenemos por delante y lamentablemente algunos de ellos se han hecho palpables estos días de manera dramática", ha añadido Rajoy en referencia a los atentados de Barcelona y Cambrils y otros retos que afronta el país como el separatismo y la recuperación económica.
El choque con Margarita Robles
Uno de los momentos más tensos de este pleno sobre Rajoy y su relación con la Gürtel ha sido el enfrentamiento entre el presidente del Gobierno y la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles. Esta última ha criticado al jefe del Ejecutivo por acudir "por la puerta de atrás" a declarar en la Audiencia Nacional. "Usted es un presidente bajo sospecha", le ha dicho la portavoz socialista, que ha vuelto a pedir su dimisión.
La respuesta de Rajoy ha sido recordar que en su día Robles también acudió a declarar como testigo por el caso de Lasa y Zabala, "cuando la Guardia Civil del Ministerio en que usted estaba dificultó la investigación". En su contrarréplica, la portavoz del PSOE no se ha arredrado, ha respondido que ella y el PSOE nunca utilizarán la política antiterrorista contra el Gobierno y ha recordado, para finalizar, que "gracias a mi declaración, fueron condenados los autores de los hechos".
Rifirrafe con Iglesias
Rajoy también ha mantenido un fuerte choque dialéctico con Pablo Iglesias. El secretario general de Podemos ha afeado la actitud del presidente del Gobierno y le ha lanzado seis preguntas concretas sobre su relación con la trama Gürtel. Entre ellas, por qué mando su famoso mensaje ("Luis, sé fuerte") a Luis Bárcenas y si reconoce o no haber cobrado sobresueldos en negro.
El jefe del Ejecutivo no ha entrado al trapo de estas preguntas y ha preferido pasar al ataque. En diversas ocasiones, Rajoy ha hablado de presuntos cobros de Podemos de los gobiernos de Venezuela e Irán. Una estrategia en la que ha colaborado fielmente, como era de esperar, Rafael Hernando, portavoz parlamentario del PP.
Rivera pide limitación de mandatos
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha recordado que el formato del pleno no era el adecuado. Rivera ha insistido en que Rajoy debe dar explicaciones en la comisión sobre la presunta financiación irregular del PP, porque lo que ha hecho ha sido convertir el Pleno en un "mitin".
Rivera ha anunciado además que el lunes registrará una iniciativa para limitar los mandatos del presidente del Gobierno. Una medida de regeneración que firmó con el PP en el pacto de investidura, pero que Rajoy es reacio a aplicar. Ciudadanos ha dicho que la medida se presentará como una reforma de la ley del Gobierno, mientras que el PP insiste en que es necesaria la reforma constitucional.