El Gobierno no evitó “por prudencia” el mitin de apertura de la campaña independentista para el referéndum del 1-O. Así lo aseguran fuentes de Moncloa, que advierten de que “las actuaciones del Gobierno tienen como prioridad impedir el referéndum” a través de la aplicación proporcionada de la ley, con “inteligencia y prudencia”.
En otras palabras: Mariano Rajoy cree que haber ordenado a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que impidiesen el multitudinario mitin en el que participaron, entre otros, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, hubiera hecho más daño que bien. “Ya sabemos que la Generalitat está arrastrando a los ciudadanos” hacia el “conflicto social”, explicaron las mismas fuentes. “Pero la prioridad del buen gobernante es evitar los conflictos sociales”, puntualizan.
La explicación oficial fue otra. De forma muy escueta, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, explicó en rueda de prensa al ser preguntado por EL ESPAÑOL que el Ejecutivo no es quien suspende mítines sino que eso corresponde a los tribunales. Pero el Gobierno tiene en todo momento la posibilidad de instar a los tribunales a suspender todo acto que considere ilegal, algo que este jueves no hizo. Por las explicaciones de las fuentes gubernamentales, no parece que la campaña de los independentistas vaya a ser alterada por una prohibición de celebrar actos en favor del 1-O.
Para el Gobierno, “no es lo mismo” un ciudadano con una idea que “los líderes” que convocan y hablan en esos actos. ¿Se actuará contra ellos? “No tengo ninguna duda de que eso se hará”, explican las mismas fuentes. Para muestra, Francesc Homs, antiguo hombre fuerte de la Generalitat de Artur Mas inhabilitado por su participación en la consulta del 9 de noviembre de 2014, que tuvo que dejar su escaño en el Congreso.
“Hay que ir a la mayor: evitar el referéndum”, según Moncloa. Mientras tanto, los independentistas siguen dando sus pasos sin que nadie se lo impida.