Bruselas

El apoyo sin fisuras de la Unión Europea al Gobierno de Mariano Rajoy en la gestión de la crisis catalana ha sufrido este domingo sus primeras grietas. Varios líderes europeos han expresado su alarma por las imágenes de violencia en Cataluña durante el 1-O y han reclamado diálogo entre Madrid y Barcelona para encauzar el desafío secesionista y evitar una escalada mayor de tensión. Los dirigentes de las instituciones comunitarias en Bruselas han optado por la cautela y el silencio a la espera de tener una visión global de lo sucedido en el referéndum de independencia de este domingo.

El primero en romper filas ha sido el primer ministro belga, Charles Michel, de cuyo Gobierno forman parte los nacionalistas flamencos de la N-VA. "La violencia no puede ser nunca la respuesta! Condenamos todas las formas de violencia y reafirmamos nuestro llamamiento para un diálogo político", ha escrito Michel en su cuenta de Twitter.

A este llamamiento se ha sumado también el ex primer ministro belga, Guy Verhofstadt, líder del grupo liberal en la Eurocámara, al que está adscrito Ciudadanos pero también el PDeCAT. "No quiero interferir en los problemas internos de España, pero condeno absolutamente lo que ha ocurrido hoy en Cataluña", ha dicho.

Verhofstadt censura tanto el hecho de que los separatistas hayan decidido seguir adelante con el referéndum pese a la suspensión del Tribunal Constitucional, como "el uso desproporcionado de la violencia para detenerlo". "Es hora de reducir la tensión. Sólo una solución negociada en la que todos los partidos políticos, incluida la oposición en el parlamento catalán, participen y que respete el orden constitucional y judicial del país es el camino a seguir", ha sostenido el líder de los liberales. 

"Las terribles imágenes de violencia televisadas desde Barcelona a todo el mundo nunca debieron haber ocurrido. Es una vergüenza que el Gobierno conservador de España no haya abierto un diálogo antes y haya despreciado la voz de tantos ciudadanos en Cataluña. Por otro lado, las autoridades catalanas llevaron a los ciudadanos por un camino ilegal", ha lamentado el líder del grupo socialista en la Eurocámara, Gianni Pittella.

También el líder de la oposición en Alemania y ex presidente de la Eurocámara, el socialdemócrata Martin Schulz, ha expresado su "inquietud" por la escalada de tensión en Cataluña. "Madrid y Barcelona debe reducirla inmediatamente y buscar el diálogo", ha reclamado.

"La violencia policial contra ciudadanos en Cataluña es impactante. El Gobierno español debe actuar para ponerle fin ya", ha opinado el líder de la oposición británica, el laborista Jeremy Corbyn

"Estoy preocupado por la situación. Pido diálogo político, respeto al Estado de derecho y soluciones políticas", ha pedido por su parte el primer ministro de Eslovenia, Milo Cerar

Un mensaje similar transmitía el ministro de Exteriores de Lituania, Linas Linkevicius. "La carga emocional es fuerte, las heridas de desconfianza profundas, pero el diálogo con sus propios ciudadanos es una obligación para España. La violencia no va a ayudar", ha escrito Linkevicius también en Twitter.

El mismo diagnóstico lo ha compartido el jefe de gabinete del vicepresidente de la Comisión, el liberal finlandés Jyrki Katainen. "Está claro que el Gobierno español tiene la razón jurídica sobre el referéndum en Cataluña. Pero las medidas excesivas pueden poner en riesgo su legitimidad. Paz", ha dicho Juho Romakkaniemi.

Mientras tanto, los presidentes de las tres instituciones de la UE -Comisión, Consejo Europeo y Eurocámara- han decidido guardar silencio este domingo. "Nos reservamos nuestra reacción para el lunes a mediodía para tener una foto completa de los últimos acontecimientos", explican a EL ESPAÑOL fuentes comunitarias.

Durante los últimos días, los dirigentes comunitarios han reiterado una y otra vez su apoyo al orden constitucional español frente al desafío soberanista y su confianza en las decisiones del Gobierno de Mariano Rajoy, el Tribunal Constitucional y el Parlamento español. También han rechazado todos los intentos de los independentistas catalanes de solicitar la intervención de Bruselas e internacionalizar así el conflicto. 

Eso sí, el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, reclamaba ya el viernes durante la cumbre de Tallinn, a la que no asistió Rajoy, "diálogo entre Madrid y Barcelona" tras el 1-O alegando que la actual crisis "no se puede resolver sólo con policía y el respeto de la ley".

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