El Gobierno maneja decenas de propuestas diferentes de aplicación del artículo 155 en Cataluña. Pero el modelo y la intensidad de las medidas serán fruto de la negociación entre el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez. Fuentes de Moncloa dan por hecho que la Generalitat dejará correr el primer plazo del requerimiento enviado por el Gobierno, que vence el 16 de octubre a las 10 de la mañana.
Sánchez y Rajoy tendrán a continuación tres días para negociar las medidas concretas. Carles Puigdemont puede revocar esa declaración de independencia (aunque sea en diferido) hasta las 10 de la mañana del 19 de octubre. Si no quiere, el presidente catalán tiene en su mano la salida de unas elecciones autonómicas que Rajoy y Sánchez le han puesto en bandeja.
Consejo de Ministros y Senado
Pero el Gobierno no descarta que Puigdemont mantenga el pulso y tiene que prever escenarios de confrontación total. Si la Generalitat desoye el requerimiento y no es claro en su respuesta, Rajoy, previo acuerdo con Sánchez, pondrá en marcha el artículo 155 el mismo jueves 19 de octubre. El proceso durará al menos dos o tres días.
El paquete de medidas se aprobará en un Consejo de Ministros extraordinario. El acuerdo del Gobierno se remitirá a la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, a la que pueden asistir los 17 presidentes autonómicos. También, el propio Puigdemont. El dictamen de la Comisión será elevado al pleno de la Cámara Alta para su votación. El PP tiene la mayoría absoluta del Senado y sumaría también el apoyo del PSOE y Ciudadanos.
La gran incógnita es qué tipo de 155 se aplicará en Cataluña. El hecho de que el mecanismo sea inédito ha generado muchas dudas. En Moncloa aclaran que el 155 no supone la suspensión de la autonomía catalana. El objetivo, dicen, es asegurar el cumplimiento de la legalidad, es decir del Estatuto de autonomía.
155 para convocar elecciones
"Si para hacer cumplir el Estatuto y por lo tanto la Constitución hay que asumir determinadas competencias, se hará", explican fuentes del Gobierno. "Pero no se trata de suspender la autonomía, sino precisamente de preservarla".
Es cierto que hay diferentes gamas de 155. Todo depende de las competencias que se asuman. El Gobierno, por ejemplo, no puede invocar este artículo para cerrar el Parlament, pero puede asumir el control de las consejerías y de la presidencia de la Generalitat. El Estatuto define al presidente de la Generalitat como representante del Estado en Cataluña. Si Puigdemont renuncia a esa representación, Rajoy tiene la capacidad de reemplazarle y asumir sus funciones, que por ejemplo prevén la convocatoria de elecciones autonómicas.