Pese a que varios de los dirigentes catalanes impulsores del 'procés' han reconocido que Cataluña no estaba preparada plenamente para afrontar la independencia, el Govern de Carles Puigdemont sí se preocupó de proyectar las estructuras de una de las áreas más importantes de la hipotética República Catalana: su defensa. El Ejecutivo catalán no descartaba la posibilidad de que, a raíz de la declaración unilateral de independencia, el Estado respondiera de forma contundente con violencia, como ya denunció en Bruselas, y se desatara un conflicto armado. Un informe encargado por ERC antes de la consulta del 1 de octubre planteaba la posibilidad de impulsar el servicio militar obligatorio, la 'mili', y la creación de un ejército de hasta 22.000 soldados.
El estudio, que analizaba el escenario al que se enfrentaría una Cataluña independiente y planteaba modelos para su seguridad y defensa, fue intervenido por la Guardia Civil en el correo electrónico del exsecretario de Hacienda Josep Lluís Salvadó, bajo el mando de Oriol Junqueras, durante la operación Anubis el pasado 20 de septiembre en la que los agentes del Instituto Armado registraron varias instituciones catalanas en busca de pruebas de la preparación del 1-O. Según adelanta el diario El Mundo, la elaboración de dicho estudio corrió a cargo de un grupo de asesores de ERC coordinados por el eurodiputado Jordi Solé y el director de la Fundación Josep Irla.
Quien envió la comunicación fue Miquel Royo, asesor de los eurodiputados de Esquerra. En el informe se pretendía "aportar unos primeros planteamientos que permitan focalizar mejor el debate sobre qué modelo de seguridad y defensa es necesaria". En su escrito advierte que se trata de un "tema bastante polarizado y delicado", por lo que "sugerimos no compartir el informe fuera del partido" y ser cuidadoso a la hora de distribuirlo internamente.
El estudio menciona Austria, Dinamarca o Suiza como "países comparables" y el indicador medio de efectivos en todos ellos, que corresponde a 250 soldados por cada 100.000 habitantes, por lo que "hay que considerar entre 18.000 y 22.000 en Cataluña". "La república catalana tendrá que plantearse si quiere un cuerpo de defensa y cómo será, si compuesto por profesionales o por milicias, y qué rol internacional quiere tener", advierte el estudio.
La creación de tal ejército requeriría un esfuerzo económico, por lo que la recuperación de la ya extinta 'mili' emerge como una opción no descartable. Sin embargo, asumen que no tendría buena aceptación. "Hay que considerar que el servicio militar obligatorio tiene una imagen muy negativa entre los catalanes debido a la asociación mental que se hace con el Ejército español. Sin embargo, las características concretas del cuerpo de defensa se pueden trabajar más adelante en un futuro debate", dice el documento.
Se descarta prescindir de ejército
Tras analizar países que prescinden de fuerzas armadas, como es el caso de Costa Rica, concluye que no es una opción viable. "El modelo de los estados sin ejército presenta inconvenientes tanto por su dependencia externa como por su propia seguridad". Además sería necesario "readaptar la Policía a prácticas militares y el gasto sería similar a los de los países con ejército".