El presidente del Gobierno es partidario de que las legislaturas duren cuatro años y por eso uno de sus objetivos es que la presente no se disuelva ni aunque el 21 de diciembre gane el bloque independentista. "Una victoria de los independentistas no tiene nada que ver con que las legislaturas duren más o menos". En una entrevista en Cope, Mariano Rajoy reconoció que él es partidario de que las legislaturas "duren cuatro años" y, si "está en mis manos", su intención es no disolver las Cortes Generales antes de 2019. Además, el jefe del Ejecutivo dejó claro que le gustaría volver a ser el candidato de su partido para las futuras elecciones generales. "Yo me encuentro bien. Estoy en un buen momento de mi vida", aseguró.
Fue su antecesor, José María Aznar, quien auguró que si en las próximas elecciones vuelve a vencer el bloque independentista España estará peor que antes. Una afirmación que el jefe del Ejecutivo no comparte en absoluto. "Considero lo contrario. Creo que estamos mejor porque esto ha servido para que todos los españoles sepan que el Estado se pueda defender".
Otro ejemplo que Rajoy quiso poner para dejar claro que hoy estamos mejor que ayer es que los líderes independentistas han decidido presentarse a unas elecciones autonómicas "que ha convocado el presidente del Gobierno de España con arreglo a la Constitución española y al estatuto de autonomía. Son pasos importantes".
Voto "en masa" de la mayoría silenciosa
Para vencer a los soberanistas, el jefe del Ejecutivo aseguró que trabajará concienzudamente para ganar el 21-D y pidió una vez más a la mayoría silenciosa que voten "en masa". "El Gobierno ha hecho su función. Ahora le toca a la gente, que tiene que darle la importancia a estas elecciones que realmente tiene", pidió.
Sobre si el PSC apoyará a ERC si este partido es el más votado, Rajoy se mostró cauto. "El PSOE ha apoyado el 155 y eso es muy positivo. A la gente que yo conozco del PSOE la veo en el marco constitucional, y fue uno de los partidos más importantes a la hora de aprobar la Constitución. Ellos han gobernado bajo el amparo de esta Constitución y han aceptado el 155. No sé qué tipo de coaliciones se pueden hacer, pero no tengo ninguna duda de que el PSOE va a respetar la soberanía nacional".
El presidente del Gobierno, que no conversa con el president cesado Carles Puigdemont "desde hace meses", reconoció que la situación procesal del ex líder de la Generalitat "es complicada", pero recordó que no está en Bruselas "porque alguien lo ha mandado allí. Él se ha querido ir allí". No obstante, el presidente del Gobierno quiso dejar bien claro que no habrá reforma constitucional sin consenso para contentar a los secesionistas. "No puedo aceptar que la voluntad de una minoría se imponga a la voluntad de una mayoría. Lo que es España lo decidiremos todos los españoles y no solo una parte", advirtió tras recordar que le parecía "absurdo" que un ex líder político que hoy esté en prisión sea nombrado conseller.
"El proceso de las grandes mentiras"
El procès es, a su juicio, "el proceso de las grandes mentiras". Como ejemplo puso las más de 2.000 empresas que ya han abandonado Cataluña desde el 1 de octubre y la previsión a la baja del crecimiento del país. Rajoy quiso remarcar que si los catalanes votan de forma mayoritaria al bloque constitucionalista, las previsiones económicas pueden subir hasta medio punto (del 2,3% hasta el 2,8%) y se podrían crear hasta 500.000 nuevos empleos.
Para aquellos que pedían insistentemente que el Gobierno aplicara el artículo 155 de la Constitución antes incluso del 1 de octubre, Rajoy razonó que no lo hizo por dos razones. Una, porque "no se ha aplicado nunca y las "situaciones excepcionales hay que tomarlas cargados de razones". Y dos, "porque ni PSOE ni Cs querían su aplicación hasta las últimas fechas".
Ninguna autocrítica
Rajoy no quiso hacer ninguna autocrítica sobre si el Estado debería haber estado más presente en Cataluña. "Es difícil saberlo", contestó defendiéndose en que el modelo descentralizado se creó en 1978. "Ese modelo se basaba en un principio capital: la lealtad institucional. Cuando se rompe, llegamos a una situación como la que hemos vivido en Cataluña".
El presidente del Gobierno quiso aplaudir la labor tan criticada del CNI durante los días previos y posteriores al 1 de octubre. "Ellos pusieron de su parte todo aquello que era necesario para que las cosas funcionaran razonablemente", insistió. "El esfuerzo que pusieron nuestro CNI y la Policía fue encomiable", destacó. Ni un comentario quiso hacer sobre la decisión del Tribunal Supremo de dejar en libertad bajo fianza a Carme Forcadell y demás miembros de la Mesa del Parlament. "Ante las resoluciones judiciales, el presidente del Gobierno lo que tiene que hacer es callarse y acatarlas".
La mentira inhabilita, según Rajoy
Asimismo, Rajoy considera que dirigentes independentistas como Carles Puigdemont y Oriol Junqueras están "inhabilitados políticamente" aunque se puedan presentar a las elecciones del próximo 21 de diciembre, pero que los ciudadanos tomarán nota de sus "mentiras".
Rajoy ha precisado que sólo la Justicia puede inhabilitar a una persona para un cargo, pero ha precisado que quienes han estado engañando a la ciudadanía catalana ya están inhabilitados políticamente.
En ese sentido ha considerado que el expresidente de la Generalitat ya podía haber dicho antes sus declaraciones de ayer respecto a que hay alguna alternativa a la independencia, o ERC podía haber reconocido igualmente con anterioridad que no estaban preparados para la independencia.