En pleno desafío secesionista, el Club Siglo XXI ha reunido en un coloquio en Madrid a dos expresidentes de la Generalitat, José Montilla y Artur Mas y a dos aspirantes a ganar las elecciones del 21 de diciembre: Xavier Domenech (En Comú Podem) y Xavier García Albiol (PP) para debatir sobre los próximos comicios en Cataluña. Sobre la mesa se puso mucha voluntad de llegar a un acuerdo pero los ponentes no consensuaron ninguna solución. El presidente Mas, que acaparó toda la atención del público, aseguró que "el objetivo" de la independencia "sigue vigente". No obstante, el expresident reconoció que en las últimas semanas se ha abierto un período de "reflexión" sobre "si hubo control de los tiempos o no".
El momento álgido del encuentro fue cuando el líder del PPC reprochó al antecesor de Carles Puigdemont que pidiera en Moncloa un pacto fiscal a cambio de frenar las ansias independentistas. Mas culpó a Albiol de no haber estado presente en las reuniones que él mantuvo con el jefe del Ejecutivo y le recordó que él se vio con Mariano Rajoy durante muchas ocasiones, incluidas "largas noches", en Moncloa y "fuera de la presión pública". La última reunión entre los dos líderes se produjo en septiembre de 2012. "Le pedí para Cataluña capacidad de gestión en materia fiscal como tenían ya Navarra y País Vasco, pero no le pedí ni un solo euro", añadió el ponente.
El expresidente se preguntó en público cómo es posible que "si el reto catalán es ahora lo más importante para España no se haya dado ninguna respuesta en positivo" y reclamó una respuesta política "más allá de meter a la gente en la cárcel". Además, puso el límite de su responsabilidad política en enero de 2016: la fecha en la que dejó de presidir la Generalitat.
Artur Mas culpó al Gobierno de Mariano Rajoy de la situación endiablada que se vive en Cataluña. "Su respuesta fue taxativa: fue un portazo que se dio a una posible salida que requería coraje político. No era fácil, pero era una solución posible en el clima que estábamos viviendo".
El expresident Montilla destacó que "a las puertas de unas elecciones" Cataluña es una sociedad "más dividida que nunca, la economía está más debilitada que nunca y las instituciones más cuestionadas. No es fácil revertir esta situación". Por su parte, García Albiol señaló el 2012 como el año en el que comenzaron las desavenencias entre las dos administraciones. "El Parlament es rodeado por miembros del 15M y de la CUP, en contra de los recortes sociales del Gobierno de la Generalitat y ahí el Gobierno que preside Artur Mas decide echarse al monte".
El académico Santiago Muñoz Machado pidió a todos los presentes que pongan "soluciones satisfactorias" encima de a mesa. "Hay que procurar no ser tan dogmáticos", insistió. Por su parte, Domènech insistió en que la única solución viable al conflicto actual es un referéndum pactado. "No puede ser solo que se aplique el 155 y se convoquen elecciones y si el resultado no me gusta te vuelvo a aplicar el 155. Aquí se tendrá que ir a una propuesta que creo que tiene que incluir un referéndum".
Para el catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona Antón Costas, la independencia unilateral es una "mala respuesta a un problema real que existe, que es esa demanda en Cataluña de un mejor autogobierno". Sin embargo, criticó a aquellas voces que echan la culpa al empresariado catalán por no haber advertido de las consecuencias económicas que traería el independentismo. "No hay peor sordo que quien no quiere oír".