El expresidente catalán Carles Puigdemont hará campaña desde Bélgica para las elecciones autonómicas del 21-D y pide resolver "la grave paradoja" de que una victoria y ser investido presidente de la Generalitat pueda llevarle a la cárcel, dijo en una entrevista a un canal israelí.
"Yo no puedo salir detenido en un pleno de un Parlamento democrático que me ha elegido presidente", declaró para el programa de investigación israelí Zman Emet, en una entrevista con el periodista Enrique Cymerman emitida este lunes en el canal israelí Canal 1 Kan parte de la cual fue difundida el domingo y por la que recibió un aluvión de críticas por cargar contra la UE.
Puigdemont asume que no podrá hacer campaña en Cataluña y la hará desde Bélgica con "una forma imaginativa e innovadora que ayude a reforzarla", dijo.
"No lucharemos en igualdad de condiciones. Los del clan 155 tienen todos los imperios mediáticos españoles, públicos y privados. Tienen a favor los jueces, los fiscales, la policía. Todo a su favor", reprochó, y pidió un "trato correcto, decente, humano" a los medios de comunicación.
"Que no tenga que ver cómo en un reportaje en TVE sobre mi persona la música escogida para acompañar mis imágenes sea la música del Exorcista", exclamó.
"Deseo que se haga campaña con la máxima normalidad, que no haya intimidación policial en las calles, que no haya presos políticos, que nos traten con respeto los medios de comunicación", incidió.
Puigdemont dejó abierto el futuro a los resultados electorales y abrió el abanico a "muchas soluciones": "El itinerario puede ser un Estado propio, que a lo mejor puede ser confederal, asociado con España", afirmó.
Aunque actualmente se encuentra en Bruselas pendiente de la aplicación de una euroorden de detención por rebelión cursada por la Justicia española, rechazó la acusación de haber escapado de la Justicia.
"Jamás he estado ni un minuto fuera de la Justicia, antes de que llegara entregué un escrito a la Fiscalía que estaría a disposición de la Justicia belga para resolver esa cuestión. Que nadie tenga ninguna duda, no estoy escapado de nada. Hago frente a todas mis responsabilidades", explicó.
Puigdemont mantuvo su crítica al Ejecutivo central e insistió en que la aplicación del artículo 155, por el que el Gobierno español disolvió el Parlamento regional y convocó elecciones autonómicas para el jueves 21 de diciembre, "fue un golpe de Estado".
El presidente cesado aseguró que su familia ha recibido amenazas y lamentó que no haya habido consecuencias hasta ahora.
También alabó al jugador del Barça Gerard Piqué por su "compromiso democrático", y citó lo que considera similitudes entre Cataluña e Israel, país con el que esa región española siempre ha mantenido vínculos especiales.