Nuevo capítulo, uno más, en el tenso litigio entre Spiriman y la Junta de Andalucía a cuenta de la sanidad andaluza. Un millar de granadinos han vuelto a las calles este jueves para arropar al líder del movimiento ciudadano, el doctor Jesús Candel, en una de sus soflamas públicas, megáfono en mano, contra la presidenta Díaz. Después de un ¡Va por ti, Susana!, el galeno ha anunciado que no acatará la orden de traslado que le afecta a él y a otros ocho médicos de Urgencias como consecuencia, según la Consejería, de la ‘desfusión’ hospitalaria.
El mediático Spiriman ha asegurado públicamente que no acatará “una orden que va en contra de la dignidad, tanto de los profesionales como del paciente”. Su decisión, ha explicado Candel a EL ESPAÑOL, puede acarrearle la suspensión de empleo y sueldo. “Y, todo, por pelear contra la sinvergonzonería descarada de los que están arriba”, subraya el médico.
“¿Qué se creen? ¿Creen que con estos ataques voy a entrar por el aro? No, desde luego que no”, advierte a este periódico Spiriman, que tantea que la decisión, “sin motivos fundamentados y en contra de los profesionales”, sobre el traslado de los médicos de Urgencias contra la que hoy se levanta se ha adoptado “desde arriba, no desde los órganos sanitarios”.
A gritos de ¡Todos somos Jesús Candel!, más de un millar de granadinos, entre los que se incluían muchos profesionales de la sanidad, se han concentrado en las inmediaciones del hospital Virgen de las Nieves, donde ejerce. Al término de la manifestación, el pasillo que da al despacho de la directora gerente, Pilar Espejo, se la llenado de enfermeros y médicos que apoyaban la decisión de insumisión de Spiriman, lo que ha motivado una reunión entre Candel y los máximos responsables del centro hospitalario.
Sin saber lo que deparará esa reunión, prevista para mediodía de este jueves, sigue sobre la mesa el traslado de los profesionales de Urgencias del Virgen de las Nieves al Campos de la Salud de Granada, una medida que según los afectados “influirá negativamente a la ya de por sí deteriorada atención en urgencias”. Tesis que contradice a lo expuesto por los responsables de los dos centros, que advierten que todo forma parte de un proceso de reordenación de profesionales que no afecta a la población.
El movimiento surge precisamente de la petición de ‘desfusión’ ciudadana del hospital de Granada en dos, el Virgen de las Nieves y el Clínico San Cecilio, unificados en un único complejo hospitalario en diciembre de 2014.
Sobre los motivos expuestos por la gerencia a propósito de su traslado, Candel ve más allá de una mera reordenación. “Son decisiones politizadas y les molesta que estemos sacando las vergüenzas”, insiste Spiriman, que añade que este es un capítulo más dentro de la “campaña de acoso y derribo que se viene haciendo por parte de la Administración, junto con los medios de comunicación afines” contra él.
“Solo se han dicho mentiras para hacerme mucho daño, tanto físico como psicológico”, sentencia el médico, que hace un mes, el 27 de octubre, denunciaba a la Guardia Civil la aparición de unas pintadas en la puerta de su domicilio en las que en mitad de una diana aparecía una foto de sus hijos. “Susana, eres una hija de puta”, respondía el galeno, bastante agitado y con lágrimas en los ojos, en un vídeo a propósito de las amenazas. “Esto no se admite ya —seguía Candel—, no tenéis vergüenza; sois unos mierdas, socialistas de mierda, nazis de mierda, no afrontáis la puta realidad”.
En las últimas semanas Candel ha tenido que salir del paso a propósito de una serie de denuncias, no judicializadas, de ataques machistas y acoso laboral, presentadas ante la Comisión de Igualdad del hospital en el que ejerce. También a una petición de firmas, unas 2.300 —“la mayoría falsas”, según Spiriman— que pide su inhabilitación. “No tengo ninguna denuncia por acoso, y que vayan diciendo lo contrario es muy grave; si alguna mujer se ha visto acosada, que vaya al juzgado”, se defiende el galeno.
Sí tiene una denuncia, de hace escasos días, del jefe de Nefrología, que le pide 20.000 euros por una afrenta a su honor por llamarle “cabrón” e “hijo de puta” en uno de los viralizados vídeos de Facebook. “Y ya tengo a siete médicos que testificarán a mi favor”, responde el galeno, visiblemente confiado.
Mientras, a preguntas del periodista de ABC de Sevilla Antonio R. Vega, Susana Díaz rechazaba pronunciarse sobre las amenazas a Candel. “Respecto a un sanitario, como usted comprenderá, yo no estoy al corriente de cada uno de los profesionales, no sé si usted tiene más información que yo, pues si la tiene me imagino que podrá compartirla con todos”, respondía la presidenta de la Junta.
“Es una cínica, ¿cómo puede decir que no me conoce si hace un mes me criticaba en el Parlamento andaluz? Claro que me conoce, y está asustada con los trapos sucios que estamos sacando a la luz, por eso esta respuesta”, contestaba Spiriman a EL ESPAÑOL.
“En la calle solo recibo cariño de gente de todo tipo, todas las ideologías y edades; ¿se creen que acabando conmigo acabarán con todo este movimiento? Están muy equivocados.