Nadie en Ciudadanos podría haber imaginado un mejor arranque de campaña para Inés Arrimadas. El domingo por la noche, la candidata de Ciudadanos propinó a Marta Rovira, teórica futura rival por la presidencia de la Generalidad de Cataluña, una tunda dialéctica que a ratos rozó el abuso de superioridad en el programa Salvados de La Sexta. Y ayer lunes, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hizo públicos los resultados de una encuesta preelectoral inimaginable hace apenas unos meses. En ella, Ciudadanos aparece como el partido más votado en Cataluña por encima de una ERC que hasta hace apenas diez días parecía imbatible y que ahora sólo conseguiría superar a Ciudadanos (32 escaños de los republicanos por 31-32 del partido naranja) por el mayor valor del voto de los habitantes de las áreas rurales en detrimento del de los ciudadanos de Barcelona y su cinturón industrial.
Por primera vez desde la llegada de la democracia a Cataluña, una mujer podría ocupar la presidencia de la Generalidad. También por primera vez, un partido no nacionalista parte con opciones de ganar unas elecciones autonómicas en Cataluña. Es decir desde la pole position.
La revolución es cumplir la ley
Pero una pole position no asegura la victoria final y ayer, durante el acto inicial de la campaña de Ciudadanos, celebrado en la terraza de un local contiguo a la sala de conciertos Razzmatazz de Barcelona, Inés Arrimadas y Albert Rivera se abstuvieron de cualquier atisbo de triunfalismo. "Tengo la intuición de que el 21-D giraremos la esquina y nos toparemos de frente con la Cataluña que hemos soñado. Porque a veces los sueños se cumplen" dijo el líder nacional de Ciudadanos frente a docenas de simpatizantes lo suficientemente abrigados como para resistir una ola de frío polar.
"Hace once años nació un proyecto de hombres y mujeres valientes que estaban hartos de ser señalados por pensar distinto. Que estaban hartos de que les dijeran en qué lengua debían hablar, rotular o educar a sus hijos" añadió Rivera. "Llevamos once años de tripartitos. Pero sí se puede. Se puede parar el procés, se puede acabar con la pesadilla separatista". Y añadió: "No queremos más imputados en las listas por sedición, por rebelión, por malversación. Esto parece revolucionario, pero queremos una Cataluña donde las leyes se cumplan. Ganar al separatismo es una obligación moral".
Ciudadanos confía en conseguir el voto de muchos catalanes que votaron "a otras opciones" en anteriores elecciones, una OPA hostil nada disimulada a los votantes de PP y PSC
Antes de dar paso a Inés Arrimadas, Albert Rivera lanzó un torpedo a la línea de flotación de PSC y PP: "Estoy seguro de que hay muchos catalanes que no han votado a Ciudadanos en anteriores elecciones, que han votado a otros partidos, pero que ahora nos van a votar a nosotros". Las encuestas le dan razón al líder de Ciudadanos.
La mayoría silenciada
Inés Arrimadas empezó su discurso en castellano y lo acabó en catalán, un detalle que no habrá pasado desapercibido a aquellos que el domingo por la noche comprobaron las dificultades de Marta Rovira para expresarse con fluidez en castellano. "Quedan quince días para hacer historia. Quedan quince días para enterrar el procés, para que las empresas no quieran irse de Cataluña, para recuperar las instituciones que Puigdemont y Junqueras se han cargado por su obsesión de separarse de España. Esa sí será una fecha histórica" dijo Arrimadas con el mismo retintín con el que esgrimió el lema de su campaña: "Ahora sí que votaremos. Con una Junta Electoral imparcial y no con una escogida por Puigdemont y Junqueras a las 2:00 de la madrugada".
"Hoy, Ciudadanos está preparado para gobernar. Tenemos un proyecto para todos los catalanes. Porque este no es un problema entre Cataluña y España. Es un problema entre catalanes. Tenemos una sociedad fracturada en dos mitades y nosotros vamos a trabajar para que los catalanes volvamos a darnos la mano" añadió. Y concluyó apelando a la mayoría silenciada por treinta años de nacionalismo y tripartitos: "Tenemos quince días para hacer algo que nos agradecerán nuestros hijos y nuestros nietos".