El exconseller de Presidencia catalán Jordi Turull trató de renovar el pasaporte horas después de quedar en libertad en una comisaría de la Policía Nacional de Barcelona. El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, informado de la petición, ha rechazado este jueves que el trámite pueda cumplimentarse y ha recordado la situación procesal provisional del exmandatario.

La Comisaría Especial del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo recibió una llamada del inspector jefe de la Jefatura de Servicio del DNI de Barcelona para informarle de que Turull había pedido la renovación de su pasaporte por haber caducado este documento.

Turull había quedado en libertad provisional el lunes, 4 de diciembre, por decisión del juez del Supremo Pablo Llarena, que entre las medidas cautelares fijadas tras acordar su libertad incluía la entrega del pasaporte y la prohibición de abandonar el territorio nacional, además de la obligación de comparecer periódicamente en un juzgado de su conveniencia.

Las citadas fuentes explican que el juez fue informado de que Turull presentó un escrito el 5 de diciembre en la que confirmaba la cita expedida por la comisaría de Policía de Barcelona-Trafalgar para la renovación del pasaporte español.

Tras ser advertido de la maniobra de Turull, el magistrado ha dictado una providencia con fecha de este jueves 7 de diciembre, según las mismas fuentes, en la que recuerda que en su auto de excarcelación había consignado la retirada de pasaporte de todos los exmiembros del Govern como medida cautelar tras acordarse su excarcelación.

En su resolución, Llarena informa a la Comisaría de Barcelona, a través de la Policía Judicial adscrita a la Sala Segunda, de que "no procede la expedición de pasaporte al señor Turull Negre al haberse acordado por auto la retirada del mismo".