El espectáculo con el que se produjo el traslado de los bienes de Sijena desde Lleida ha desmoralizado al Partido Popular de Cataluña, una formación a la que todas las encuestas pronostican un mal resultado el 21 de diciembre. La manifestación que se organizó a las puertas del Museo de Lérida a la misma hora que iban a sacar el tesoro de Aragón ha provocado que en las filas conservadoras ya den por perdido el único escaño del Parlament que el PP todavía conserva por Lérida.
"Si antes de este conflicto era complicado mantener el escaño, después de lo que hemos vivido este lunes es imposible". Quien habla es alguien que conoce muy bien las entrañas de un partido que siempre ha sido residual en Cataluña. La primera víctima con nombres y apellidos de este traslado "en el momento menos apropiado" es Marisa Xandri, la única diputada que el PP consiguió por la provincia en las últimas elecciones.
Las dos últimas generales
No fue casualidad que Rajoy eligiera Lérida para dar su primer mitin de campaña con su candidato, Xavier García Albiol, donde evitó pronunciarse precisamente sobre el contencioso que disputaba Aragón y Cataluña por los bienes del monasterio aragonés. El jefe del Ejecutivo sí quiso hacer hincapié en que en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 su partido perdió el escaño por la provincia y lo recuperó seis meses después. "Los 24.355 votos fueron útiles porque con esos votos hoy se gobierna España. Con esos votos se ha evitado, aplicando la Constitución, un disparate. Para eso sirven los votos que nos dieron en Lleida el 26 de junio".
Los ánimos del presidente apenas duraron en el ambiente tres días. Miembros del PP de Lleida se sienten apenados porque creen que este conflicto no debería haberlo resuelto el Gobierno mientras tutela la Generalitat. "Da alas al independentismo para decir ante sus fieles que es un expolio del 155". De hecho, confiaban en que las dos autonomías se hubieran puesto de acuerdo para llegar a un pacto antes de una situación límite como esta.
Cuidado con las encuestas
Pocos en el PP confían ya en que el escaño de la provincia se puede conseguir y ahora ponen el foco en intentar cortar en las tres provincias restantes la hemorragia de votos hacia Ciudadanos, un partido con la moral por las nubes con todas las encuestas a su favor. Los conservadores insisten en rebajar los resultados demoscópicos y recuerdan que sus resultados siempre son mejores que los pronósticos previos.
La idea que pretenden transmitir a la sociedad catalana es que, al igual que piden a Carles Puigdemont y los exconsejeros que cumplan con la ley, el Ejecutivo también acata las sentencias que llegan desde los tribunales. Ellos querían que el traslado se hiciera con nocturnidad y sin cámaras, pero la estrategia saltó por los aires y el cambio de sede ha sido retransmitida en directo desde la madrugada. Un mazazo para el PP en sus horas más bajas.