Carles Puigdemont no se plantea otro escenario que no sea volver a Cataluña si gana las elecciones. El cabeza de lista de JuntsxCat a las elecciones ha considerado este martes que "a lo mejor vale la pena correr el riesgo" de regresar para ser investido presidente en el Parlament y automáticamente ser detenido por las mismas ideas que habrán avalado los catalanes, ha dicho.
En una rueda de prensa en la ACN a través de videoconferencia desde Bélgica, Puigdemont, que ha desvelado que cada martes celebra "una reunión de Govern" con los cuatro exconsellers en Bruselas, ha incidido en la necesidad de que las urnas del 21 de diciembre sirvan para restituir al anterior ejecutivo, sin querer polemizar con ERC.
Pese a que los republicanos inciden que su candidato a la presidencia es Oriol Junqueras, en prisión, Puigdemont ha considerado que no existe "ninguna discrepancia" con ERC en "querer mantener el Govern ilegítimamente e ilegalmente destituido" por la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Sobre la propuesta de ERC de que puedan haber dos gobiernos (uno en Bruselas y otro en Cataluña), Puigdemont ha descartado entrar en "ninguna especulación que signifique la legitimación del 155", artículo por el que se cesó al Govern tras su deriva unilateral.
No hay "plan B"
En este contexto, ha afirmado que sin "ninguna duda" irá a Cataluña "si la decisión catalanes es que me invistan president" y ha aseverado en este sentido que no hay "plan B".
Ante la orden de detenerlo en el momento en que pise España, Puigdemont se ha preguntado si "pueden implicar una detención las ideas que te lleven a la Generalitat" y ha apelado al "tripartito del 155" (PP, Socialistas y Ciudadanos) a resolver esta "contradicción" y a clarificar "cómo lo harán para impedir" que sea president si tiene la mayoría.
En todo caso, ha afirmado que "si hay que correr el riesgo, lo tendremos que correr", aunque el número uno de JxCat trabaja con la "hipótesis" de que no se producirá esa detención si es investido, porque confía en que "pesen más los votos que las esposas".
El candidato ha admitido que le gustaría volver a Cataluña antes del 21D, "sobre todo para ejercer el derecho a voto" -algo que no puede hacer estando en Bélgica-, pero ha remarcado que "no depende de él" porque le condiciona la orden de arresto.
Y en estas circunstancias considera que estando en Bélgica cumple con "el deber de defender la validez de la institución" que representa y que ha sido, a su juicio, "ilícitamente y ilegalmente destituida".
Tras las nuevas diligencias que prevé el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, ha señalado que "lo han intentado todo para alterar los resultados electorales" y la "última cosa es encarcelar una generación de líderes políticos", lo que es un "despropósito abismal".
Ha calificado de "fantasía de arquitectura política" el caso judicial abierto el TS por el proceso soberanista y ha exigido su retirada, porque "no es un conflicto penal, sino político". "Si insisten en la vía penal, no hay forma de arreglarlo, ¿por qué les da tanto miedo hacer política?", ha añadido.
"El diálogo nunca caduca"
El expresidente no ha concretado cuáles serán los próximos pasos en el proceso soberanista si revalida el cargo tras el 21D, pero ha apostado por avanzar con "firmeza sin desviarse ni un minuto del diálogo", que "nunca caduca", por lo que ha llamado al Estado a dejar "de estar encerrado en este búncker de actitud antipolítica".
Ha reclamado a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, "respeto a las decisiones" de los catalanes en las urnas, pues ya son "mayorcitos" y les va mejor, a su juicio, "autogobernados que gobernados por ella y sus fiscales de confianza y jueces amigos".
Y ha señalado que no "acepta" que al PP "no le importe lo que decidan los catalanes en las urnas ni que las vea como un simulacro para blanquear el 155".
Preguntado por si JxCat tiene vocación de convertirse en un partido político para sustituir al PDeCAT, Puigdemont ha afirmado: "Rotundamente, no".