Junts per Catalunya (JxCat) celebró el sábado por la mañana un acto En defensa de l'escola catalana donde intervenido el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a través de una videoconferencia. Afirmó que al "frente del 155" que se les debería caer "la cara de vergüenza" por las "calumnias" sobre la escuela catalana, y les ha avisado de que no lograrán vencerla como tampoco lo consiguió el franquismo.
Para Puigdemont, candidato número uno de JxCat, remarcó que "aquello que no pudo vencer el franquismo de ninguna manera lo vencerá el frente del 155". En una clara alusión a los partidos constitucionalistas (Ciudadanos, PSC y PPC) que cuyas posiciones se aproximan en cuanto a la inmersión lingüística y el estado de la Educación en Cataluña. Sin embargo, frente a Cs y a los populares, los socialistas siempre han sido opacos a este respecto.
"Decir que la escuela catalana adoctrina es una gran mentira y una calumnia", afirmó Puigdemont en un acto para defender la escuela catalana que era a la vez en un acto electoral. Además, lanzó un mensaje a los candidatos contrarios a la independencia: "¿No se os cae la cara de vergüenza por decir tantas mentiras y por crear problemas que sabéis que no existen? La escuela catalana no se toca", ha advertido.
El cesado pidió que no se enviase más a la Guardia Civil a los colegios, en clara referencia a las actuaciones policiales del 1 de octubre.
Puigdemont no volverá antes del 21-D
Por otro lado, según ha informado Europa Press el expresident volvería a Cataluña para ser investido de nuevo presidente de la Generalitat si tuviera la mayoría asegurada de 68 diputados en el Parlamento autonómico, aunque no ganara las elecciones. De momento, no se contempla que Puigdemont regrese a Cataluña antes del 21-D, pese a que no podrá votar por no haber cumplido los trámites para solicitar el voto en el extranjero.
De este modo, la vuelta de Puigdemont a España no va a depender sólo de los resultados de las elecciones, sino de que tengan los votos suficientes como para ser investido y, en consecuencia, de posibles negociaciones y pactos tras el 21-D.
El cabeza de lista reitera en los diferentes actos de campaña la importancia de una victoria de su candidatura, pero también de que gane todo el soberanismo, teniendo en cuenta que algunas encuestas vaticinan que podría no sumar los 68 diputados y perdería así la mayoría absoluta en el Parlament.
También hay que tener en cuenta el papel que juegue finalmente ERC si gana: para que Puigdemont volviera, ERC debería renunciar a que el presidenciable fuera Oriol Junqueras -en prisión- o Marta Rovira -número 2- en favor de Puigdemont como reivindica JuntsxCat -aunque este mismo sábado el republicano Joan Tardà ha reiterado que su apuesta es que Junqueras presida si gana-.
CatECP también puede ser clave en este escenario, pese a que su candidato a las elecciones, Xavier Domènech, ya ha descartado la posibilidad de hacer presidente a Puigdemont.