El Partido Popular pelea en la recta final de la campaña por amortiguar el zarpazo que Ciudadanos le ha dado en estas elecciones en Cataluña. Todas las encuestas colocan a la candidata naranja, Inés Arrimadas, casi rozando el podium. De momento, nadie se atreve a pronosticar qué resultado saldrá del 21 de diciembre. Pero el candidato del PP a la Generalitat, Xavier García Albiol, ya se atreve a pronosticar que si los independentistas ganan se volverá a aplicar el 155 pero "de forma distinta".
La afirmación sonó a que el Gobierno de Mariano Rajoy ya tenía pensado volver a pedir al Senado autorización para aplicar de nuevo el artículo constitucional si el bloque independentista vence el jueves. La periodista Julia Otero repreguntó al candidato conservador si el Estado ya tenía pensado utilizar medidas más coercitivas para amedrentar a los secesionistas, un momento que el conservador utilizó para matizar sus palabras: "Si los independentistas continúan por el mismo camino". Es decir, si no renuncian explícitamente a la vía unilateral.
La aplicación del artículo 155 morirá en el mismo momento en el que el futuro Gobierno de la Generalitat tome posesión, como recoge el decreto aprobado por el Gobierno de Rajoy. Si el panorama político es tan rocambolesco que es imposible que nadie se convierta en president y se convoquen nuevas elecciones, el Ejecutivo central será el que tutelará la Generalitat hasta esa segunda cita con las urnas.
Los conservadores se muestran muy cautos a la hora de revelar sus encuestas internas y prefieren no pillarse los dedos a la hora de afirmar cuál sería un mal resultado para Génova. Su objetivo en la recta final de campaña es retener cinco escaños que bailan entre el PP y el independentismo.
En el caso de la provincia de Lérida, los conservadores cuantifican en 300 los votos que necesitan para que el último escaño no vaya a parar a manos de la CUP. En Gerona, la pelea encarnizada es entre el PP y Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont. En el caso de Tarragona, la disputa por el último escaño es con ERC. En la circunscripción de Barcelona los escaños en juego son dos.
La dirección nacional del PP está convencido de que "el voto oculto nos favorecerá" porque "a los catalanes que nos votan les da vergüenza decirlo". No obstante, apelan al sentido común de todos los dirigentes para que, a partir del día 22, se sienten en la misma mesa a negociar un entendimiento y rebajar la tensión que existe en Cataluña.