El Ministerio del Interior ha dado instrucciones para poner fin de forma progresiva desde este martes al 30 de diciembre al despliegue de refuerzo en Cataluña de policías y guardias civiles para hacer frente al desafío independentista.
La orden es que como muy tarde el sábado, día 30, se retiren los dos barcos que siguen atracados en Barcelona para alojar a parte de los agentes movilizados desde diferentes puntos de la geografía española, dando por concluida la 'operación Copérnico' con la que se desplegó un dispositivo sin precedentes.
El pasado 16 de diciembre partió desde el Puerto de Barcelona el ferry Moby Dada, conocido popularmente como 'barco de Piolín', muy criticado por las condiciones de salubridad en la que convivían policías y guardias civiles. En la actualidad quedan dando servicio el GNV Azzurra y el Rhapsody.
El Ministerio ha gestionado otras crisis por los problemas con la comida -hoy mismo se ha abierto una información reservada por la dispensada en Nochebuena en el ferry Rhapsody-, las dietas y descansos, y también con los escraches que se llevaron a cabo en varios hoteles tras las actuaciones policiales para tratar de evitar la votación del referéndum del 1 de octubre, cumpliendo con el mandato judicial.
"El día 30 ya no quedarán efectivos de los desplazados con motivo de los últimos acontecimientos", han explicado las citadas fuentes, que destacan que en Cataluña permanecerán los policías y guardias civiles que forman parte de la plantilla fija en esta comunidad autónoma.
El pasado 21 de diciembre se convocaron elecciones autonómicas en Cataluña en aplicación del artículo 155 de la Constitución con el que se cesó en pleno al Govern de Carles Puigdemont. El Gobierno ha declarado secreto de Estado el despliegue policial de refuerzo que, según diversas fuentes policiales, se cifra en entre 4.000 y 6.000 agentes.