La última visita del Rey a Cataluña fue una pesadilla. El desafío del separatismo a la legalidad todavía no había empezado. Pero la manifestación del 27 de agosto en Barcelona en repulsa por los atentados yihadistas de La Rambla y de Cambrils fue un aviso de lo que estaba por venir. Felipe VI sufrió una encerrona del independentismo. Esteladas, abucheos y abundante cartelería nada improvisada señalaban al Monarca como cómplice de supuestos regímenes que patrocinan el terrorismo, y ello ante la mirada de todo el mundo.
Felipe VI no ha vuelto a Cataluña desde entonces. Y su regreso se ha complicado tras el referéndum ilegal del 1-O y el resultado de las elecciones. En su discurso del 3 de octubre, el Rey acusó a las autoridades catalanas de situarse al margen de la democracia y de la ley. Aquellos gobernantes, huidos o encarcelados, han revalidado la mayoría absoluta en el Parlament. El separatismo no perdona a la Corona su liderazgo constitucional y el papel determinante que jugó en la reacción de la sociedad española.
Lo primero que dijo el huido Carles Puigdemont tras conocerse el resultado de las elecciones fue que la República catalana había derrotado a la monarquía del 155. En su tradicional mensaje de Nochebuena, el Rey, cierto que con otro tono, no se movió en lo sustancial de lo que dijo en octubre sobre el proceso separatista.
Papel institucional en Cataluña
Tanto si Puigdemont acaba presidiendo el nuevo Govern como si no, el papel institucional del Rey en Cataluña es muy complicado. Si atendemos a los precedentes de años anteriores, la primera visita que realizaría el Rey a Cataluña en 2018 sería para el Mobile World Congress, que comienza el 26 de febrero. Felipe VI participó en la cena inaugural de ese congreso junto a Puigdemont en su edición del año pasado. Este encuentro es una referencia mundial y Barcelona estuvo a punto de perderlo por la crisis política.
La presencia del Rey en este evento está ahora mismo en el aire. La agenda del Monarca sólo se conoce con una semana de antelación. Si Zarzuela no lo anuncia antes, el misterio no se resolverá hasta dentro de un mes. Las únicas actividades oficiales de la Familia Real que han trascendido hasta el momento son la presencia del Rey en la Pascua militar el 6 de enero y la visita de Estado de los reyes a Marruecos a partir del día 9.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha convocado la sesión constitutiva del nuevo Parlament el 17 de enero. Si el separatismo logra ponerse de acuerdo, lo más probable es que se invista a un nuevo presidente de la Generalitat antes de la inauguración del congreso de móviles. Los puentes institucionales entre la Casa Real y los gobernantes separatistas hace tiempo que están rotos. Hace dos años, la ex presidenta del Parlament Carme Forcadell no acudió en persona a Zarzuela a comunicar la investidura de Puigdemont, contrariamente a lo que suele ser habitual. Forcadell mandó un correo electrónico en su lugar.
Feria Gastech en septiembre
La situación para el Monarca no es sencilla. El separatismo tiene al Rey como a uno de sus enemigos públicos, más aún tras el mensaje de octubre, y no se descarta una encerrona como la de agosto. A su favor, Felipe VI tiene el apoyo de casi la otra mitad de Cataluña, que después de años de silencio ha demostrado que posee fuerza y capacidad de movilización para organizar manifestaciones multitudinarias en Cataluña a favor de la unidad de España.
A partir de febrero, aparecen otros dos eventos en el calendario marcados en rojo por la posible presencia del Rey en Cataluña. Uno es la entrega anual de los premios Princesa de Girona, que suele celebrarse a finales de junio o principios de julio. Y el otro es la Feria Gastech, el mayor evento mundial sobre el futuro del gas natural y el gas licuado que se celebrará entre el 17 y el 20 de septiembre en Barcelona.
La Casa Real ha apoyado oficialmente la organización de Gastech, cuya feria anual regresa a Europa después de tres años celebrándose en Asia. Felipe VI ocupa la presidencia de honor del evento y es casi seguro que asistirá a su inauguración en la Ciudad Condal. Este certamen es una referencia mundial, en la que más de 25.000 expertos comerciales y técnicos de todos los sectores de la cadena de suministro descubren nuevas perspectivas de negocio y exploran soluciones innovadoras.