El independentismo sigue más dividido que nunca a cuatro días de que se configure el Parlament de Cataluña. El expresident Carles Puigdemont mantiene su desafío firme de ser investido a distancia a pesar de que esa fórmula es ilegal, se mire desde el prisma que se mire. A través de una conexión en directo por videoconferencia, el exalcalde de Gerona ha asegurado ante el consejo nacional de su partido que "en ningún caso se puede subvertir" el mandato democrático de "restituir el Govern legítimo" que él encabeza. Todo lo que no sea nombrarle de nuevo presidente de la Generalitat, mantiene, "será un fraude democrático".

Puigdemont sale al paso así a las últimas advertencias que le lanzan ya personas que hasta ahora eran de su máxima confianza. Tanto Artur Mas (expresidente de PdeCAT) como Marta Rovira (secretaria general de ERC) le han pedido que afronte con "realismo" y deportividad su situación. Reconquistar la Generalitat desde Bruselas es inviable.

El triunfo de PdeCAT ante ERC en las elecciones del 21 de diciembre ha provocado el choque de trenes frontal entre las dos formaciones independentistas que luchan in extremis por cerrar un acuerdo del gusto de todos que devuelva el Ejecutivo catalán al independentismo. Rovira apeló este sábado por la mañana a "buscar alianzas" y "explorar las fronteras del independentismo" para poder enterrar cuanto antes el artículo 155 de la Constitución.

ERC no se ha comprometido a investir a Puigdemont telemáticamente. El único objetivo que se ha propuesto es recuperar "con urgencia" las instituciones catalanes, hoy en manos del Gobierno español. Esta es la única vía que existe para "poner las instituciones del país en manos de todos los catalanes".

El ya expresidente de PdeCAT, Artur Mas, aprovechó su última intervención ante su partido para pedir "hacer piña" y "no pelearse más de la cuenta" cuando el reloj hacia la constitución del Parlament ya está en marcha. Además, se puso como ejemplo para que aquellos que tengan que dar un paso al lado para facilitar que vuelvan a gobernar los independentistas lo hagan. "En la medida que yo pudiera ser un tapón, ya no estoy". Antes de cerrar su intervención, lanzó un último mensaje para su delfín: "Primero el país, después el partido y al final la persona".

Retirarse, nunca

Pero Puigdemont no está dispuesto a retirarse, al menos de momento. Y para defender de los duros ataques que está recibiendo por todas partes, arrojó una cifra: "Hay grupos de la oposición que gobiernan Cataluña desde Madrid con el 4% de los votos de los catalanes y son los que dicen que no se puede gobernar desde el exilio y la cárcel con el 47% de los votos".

El exalcalde de Gerona también utilizó su intervención por plasma para advertir al Parlament que debe "velar" para blindar el resultado que arrojaron las urnas y que le colocaron a él como segundo líder más votado. Puigdemont se cierra en banda y recuerda que el resultado electoral fue "incontestable" y que los catalanes han optado por restituir el "gobierno legítimo", su gobierno. La guerra, lejos de terminar, se recrudece.