El barómetro de enero del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha reordenado el mapa político español salido de las urnas el 26-J. Es la primera encuesta electoral del CIS tras la destitución del Govern de la Generalitat, la aplicación del 155 y las elecciones catalanas del 21-D. La oleada de octubre se realizó después del referéndum del 1-O, pero antes de la declaración unilateral de independencia.
El CIS confirma la progresión de Ciudadanos que venían anunciando otros sondeos por el 'efecto Arrimadas', pero minimiza, de momento, las posibilidades de Albert Rivera de disputar la victoria en unas elecciones generales. La encuesta registra caídas del PP y del PSOE y no detecta un hundimiento de Podemos después de la crisis catalana. De hecho, la formación de Pablo Iglesias sube medio punto con respecto al barómetro de octubre.
El PP volvería a ganar las elecciones si se celebrasen ahora con el 26,3% de los votos. El PSOE obtendría el 23,1%; Ciudadanos, 20,7%; y Unidos Podemos, 19%. El partido de Mariano Rajoy ha cuestionado las opciones de Rivera, asegurando que Rosa Díez también era la dirigente política mejor valorada y que UPyD se quedó en nada. Sin embargo, el sondeo del CIS, elaborado sobre 2.477 encuestas realizadas entre el 2 y el 14 enero, consolida la tendencia a la baja del PP, que sigue perdiendo votos a costa de Ciudadanos.
Mariano Rajoy cae 6,73 puntos con respecto al 33% de papeletas que obtuvo el 26-J. Ciudadanos repunta 7,65 puntos con respecto al 13,1% de las anteriores generales. Es decir, Rivera gana terreno a los populares pero también a otros partidos. Éstas son las cinco pistas del CIS que prueban cómo el partido naranja está comiendo cada vez más espacio del centro derecha al PP.
1. La intención directa de voto
Ciudadanos ha adelantado al PP en intención directa de voto. Este porcentaje es el resultado en bruto de la encuesta. El CIS lo cocina posteriormente para realizar una estimación de voto. Rivera obtiene el 15,7% de los votos en intención directa, dos décimas por encima del 15,5% que logra el PP. El PSOE es la primera fuerza con el 15,9%. Es un triple empate similar al de la encuesta de SocioMétrica para EL ESPAÑOL del pasado enero.
Es cierto que la cocina del CIS penaliza o beneficia más a uno u otro partido en la proyección, según la oleada. En esta ocasión perjudica más a Ciudadanos que al PP y al PSOE, pero también ha sucedido lo contrario otras veces. Lo más importante para el pulso entre Rajoy y Rivera es la evolución de ese porcentaje. El PP ha perdido cinco puntos de intención directa de voto en un año -del 20,7% del barómetro de enero del 2017 al 15,5% actual-. Ciudadanos, que estaba en un 8% hace un año, ha multiplicado por dos sus expectativas.
2. La ubicación ideológica
Ciudadanos es un partido cada vez más percibido por el electorado como de centro derecha. La ubicación clara en esa ideología, que el partido naranja define como liberal progresista, le está permitiendo disputar al PP la hegemonía de ese espacio. El CIS da a la formación de Rivera una nota de ideológica de 6,76, siendo 0 la izquierda y 10 la derecha. Esa nota era 6,50 en enero del 2017 y 6,33 en las elecciones generales del 20-D en 2015.
La evolución de Ciudadanos hacia la derecha del centro es un movimiento que nunca sufrió UPyD, que antes de del 20-D, por ejemplo, tenía una nota ideológica del 5,33. El PP no sufre demasiadas variaciones. Sigue siendo percibido como un partido netamente de derechas. Su media ideológica es de un 8,13; ligeramente inferior al 8,21 de hace un año.
3. Valoración de líderes
Es el dato quizá más subjetivo y los expertos aconsejan siempre tomarlo con muchas precauciones. Los encuestados suelen calificar con 0 a los líderes con los que no se identifican, lo que provoca medias muy bajas y poco ajustadas a la realidad. Según el CIS, y van unos cuantas encuestas, Rajoy es uno de los políticos peor valorados por los españoles, mientras que Rivera es el líder con mejor nota en el último barómetro. Ninguno logra el aprobado.
La desconfianza hacia Rajoy y su Gobierno ha crecido con la crisis catalana. El 78,2% de los españoles tiene poco o ninguna confianza en Rajoy. El 87,1% considera que la gestión del Ejecutivo del PP está siendo mala, muy mala o regular. Los españoles dan un suspenso generalizado a los ministros del Ejecutivo. La mejor valorada es la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que apenas obtiene un 3,58.
4. Progresión ascendente vs. progresión descendente
Otro de los factores que prueban el acecho de Ciudadanos al PP es la progresión contrapuesta de ambos partidos. Después del 26-J, los barómetros electorales del CIS fueron recortando intención de voto a Rivera y sumando a Rajoy. El punto de inflexión se produjo en abril del 2017, poco después de la crisis política en Murcia que culminó con la dimisión del presidente autonómico del PP, Pedro Antonio Sánchez.
Desde entonces, Ciudadanos ha mantenido una progresión ascendente frente a una línea descendente del PP. La curva de crecimiento naranja se ha acentuado especialmente en los dos últimos sondeos, coincidiendo con la crisis catalana y la victoria de Arrimadas el 21-D. El partido naranja ha subido más de tres puntos tanto en el barómetro de octubre como ahora en el de enero.
5. UPyD nunca tuvo esos números
El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, ha tratado de minimizar el crecimiento de Ciudadanos comparando a Rivera con Rosa Díez. Es cierto que la ex líder magenta fue durante varios barómetros la dirigente mejor valorada por los españoles. Díez, como le ocurre a Rivera, tenía el suspenso más alto.
Sin embargo, UPyD jamás logró una estimación de voto como la última de Ciudadanos. Su mejor encuesta fue en enero del 2014, cuando el CIS le dio un 9,2%. No son sólo sondeos. Los casos de Ciudadanos y UPyD son totalmente diferentes hasta la fecha. UPyD nunca pasó de cinco diputados en el Congreso y Ciudadanos tiene 32.
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