El Gobierno se comprometió el jueves a "garantizar la libertad de los padres" para elegir como lengua vehicular de sus estudios el castellano en los centros educativos de Cataluña. El secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, revelaba incluso que el objetivo era incluir una casilla nueva en la preinscripción escolar para que se pudiera hacer. Un cambio significativo en la forma de estudiar de los niños catalanes que ha generado una gran polvareda y que el propio ministro de Educación se ha visto obligado a desdecir.
Íñigo Méndez de Vigo aseguró tras el consejo de ministros de este viernes que el Gobierno "no ha estado de acuerdo" con el sistema de Generalitat, contrario a las resoluciones judiciales del Tribunal Constitucional y del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Sin embargo, se limitó a decir una vez más que obligará a la Generalitat a cumplir las resoluciones judiciales que se llevan incumpliendo tres años. El TSJC fijó en un mínimo de 25% las clases en castellano dentro del aula.
Ciudadanos entró rápido a la polémica y este mismo viernes solicitó a la Mesa del Congreso cambiar una pregunta en la sesión de control del miércoles. De hecho, el partido de Albert Rivera es el único que ha pedido al Gobierno que entre en este terreno e "implante el trilingüismo para el curso escolar 2018-2019. Contarán con nuestro apoyo", aseguró el líder de la formación en Twitter. Está previsto que el diputado Juan Carlos Girauta pregunte al propio Méndez de Vigo "cómo piensa el Gobierno garantizar que el castellano sea lengua vehicular, junto al catalán, a partir del curso 2018/2019 en las escuelas públicas y concertadas de Cataluña".
Méndez de Vigo quiso aclarar que el objetivo de Mariano Rajoy no es "cambiar el modelo lingüístico" del sistema educativo en Cataluña porque éste se aprobó a través de una ley votada en el Parlament y el Gobierno central carece de esas competencias. Además, recordó que durante las próximas semanas tendrá lugar la preinscripción de los alumnos que quieran estudiar el próximo curso en un colegio de Cataluña. Ante el bloqueo político y con el 155 en vigor, le toca a él como responsable de la consejería de Educación tomar una decisión.
Por ello, aseguró que debe ser "coherente" con sus principios y hacer cumplir la ley que él mismo impugnó ante los tribunales. La preinscripción en los centros escolares se harán dentro de unas semanas y por eso el Gobierno no tiene mucho margen para tomar una decisión reposada y consensuada.
El ministro quiso remarcar el mensaje de que el único objetivo del Gobierno es "garantizar" el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos a la vez que el sistema de educación funcione "con normalidad".
Gran rechazo
El asunto ha provocado un gran rechazo en Cataluña, desde sindicatos a asociaciones de padres y partidos políticos de todo el arco parlamentario. El mismo PSC se ha mostrado contrario a que se "segregue a los niños por lengua" y el PSOE se ha desmarcado de apoyar al Gobierno en esta fórmula. Los independentistas han utilizado este mensaje para intentar que el bloque llegue a un acuerdo cuanto antes y enterrar por fin el artículo 155.
De momento, Méndez de Vigo no ha sabido dar ni una sola pista sobre cómo conseguirá que todos los centros educativos cumplan con sus obligaciones. Así que de momento solo queda esperar hasta que el Ejecutivo concrete hasta dónde está dispuesto a interpretar las resoluciones judiciales.