La puesta en libertad de Carles Puigdemont por parte de la justicia alemana y las dudas cada vez más evidentes sobre el máster de Cristina Cifuentes han hecho saltar por los aires la calma que se buscaba en la convención nacional que el Partido Popular celebra este fin de semana en Sevilla. Mariano Rajoy no quería que ningún contratiempo empañara la imagen de que son un partido fuerte y unido que pueden hacer frente sin miedo al desafío de Ciudadanos. Un deseo que se ha esfumado de un plumazo por los acontecimientos de las últimas horas.
Nadie en el Gobierno ni en la dirección nacional del PP contaba con el varapalo que ha llegado desde Alemania, que ha decidido poner en libertad al expresidente y descarta aplicarle el delito de rebelión. Mientras se recuperan del golpe, fuentes gubernamentales se limitan a decir que el Ejecutivo "está convencido de que la Justicia española adoptará las medidas más adecuadas ante esta nueva circunstancia para velar por el cumplimiento de las leyes de nuestro país".
De forma extraoficial, todo el mundo contiene el aliento ante la cita anual del partido y reconocen que la puesta en libertad de Puigdemont es un "golpe de autoridad" a la justicia española que deja en muy mal lugar a la estrategia diseñada por Mariano Rajoy para frenar el desafío independentista. De hecho, ya hay quien insinúa que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, pueda volver a retirar la euroorden cursada contra Puigdemont para que no sea juzgado únicamente por delito de malversación en España.
Más dudas
Tras el consejo de ministros, el presidente del Gobierno viajará este viernes a Sevilla, donde inaugurará la convención junto al líder del partido en Andalucía, Juan Manuel Bonilla. Allí se encontrará con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, tiene previsto intervenir el sábado por la tarde en una mesa redonda en la que también hablarán otros líderes regionales y presidentes autonómicos del partido.
La baronesa madrileña reapareció este miércoles por la tarde en la Asamblea de Madrid e intentó responder a todas las dudas sobre su polémico máster. Pero sus respuestas provocaron que este miércoles la Universidad Rey Juan Carlos donde cursó el polémico máster elevara a la fiscalía al ver "un delito" de falsedad. La presidenta del supuesto tribunal que evaluó su trabajo fin de máster, Alicia López, reconoció hace apenas unas horas que su firma era falsificada.
El PP de Madrid, sin cantera
Este viernes, cuando prácticamente todo el PP está ya en Sevilla, el rector de la citada universidad volverá a dar una rueda de prensa. En el PP se echan las manos en la cabeza por el color "tan negro" que está tomando el caso. "Si no lo hizo y se falsificaron documentos para intentar salir adelante es un delito penal", se lamentan. Nadie pone en el fuego por Cifuentes, a quien muchos en su partido ya dan por amortizada a un año de las elecciones.
El mayor problema que tiene el Partido Popular es que "no hay cantera" para sustituir a la baronesa madrileña, que llegó a lo más alto del partido madrileño hace muy poco. Si Cifuentes finalmente tiene que dimitir por su polémica, en Génova se multiplica el escepticismo. "Esto solo sirve para engordar todavía más la urna de Ciudadanos. Qué desastre", reconoce un alto dirigente del partido.