La presidenta de la Comunidad de Madrid ha acudido a la Convención Nacional del PP después de almorzar con el presidente del Gobierno. Cristina Cifuentes intervenía por primera vez en este cónclave y cuando el moderador, José Manuel Barreiro, le daba la palabra, el público, promovido por los compañeros del PP madrileño, le regalaba un aplauso cerrado que duró algo más de un minuto.
La presidenta terminó poniéndose en pie y saludar a sus compañeros como si de un mitin se tratase. Y advirtió a aquellos que quieren verla fuera de la Real Casa de Correos de que "tengo más fuerza de lo que muchos creen". Previamente, Cifuentes volvió a decir ante los micrófonos que "por supuesto" que sentía el respaldo de su partido. "Si no, no estaría aquí". La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se sentó junto a ella para escenificar el respaldo de la dirección nacional de su partido.
Cifuentes insistió en su mensaje en que ella está en política para "servir" a los ciudadanos, no para "servirse" de ellos. Y recordó que "ese cariño lo he recibido siempre a lo largo de toda mi trayectoria". La presidenta de la Comunidad de Madrid no obvió la crisis sin precedentes que está viviendo y recordó que "para mí están siendo unos días personalmente muy duros". Lejos de arrugarse, la líder madrileña dijo que le "está sirviendo" para continuar adelante.
La jefa del Ejecutivo madrileño presumió de las siglas de su partido que ahora intenta darle la espalda y recordó que "las dificultades no nos van a parar. Nos siguen estimulando". Antes de terminar, se comprometió a "seguir trabajando" no solo por Madrid, "sino también por España".