El PP admite que tendrá que entregar la cabeza de Cifuentes para que Gabilondo no sea investido y se consolide en Madrid
Considera que el socialista “no es un izquierdista peligroso” y que dejarle gobernar dañaría sus opciones para 2019
15 abril, 2018 02:00Noticias relacionadas
El Partido Popular se prepara mentalmente para despedir a Cristina Cifuentes. La presidenta de la Comunidad de Madrid quiere resistir a toda costa en su puesto porque entiende en que no ha cometido ninguna ilegalidad con su máster ni está imputada en ningún caso. De hecho, el escándalo ha provocado una división en el Partido Popular muy pronunciada, según reconocen fuentes de la dirección del partido. "Hay debate, pero la pregunta es si queremos perder el poder", reflexionan.
En un lado se sitúan los que quieren aguantar a toda costa a la baronesa madrileña y plantar cara de una vez por todas a Albert Rivera, que quiere atribuirse como suyo el triunfo de apartar a una de las presidentas con más proyección en el PP. Este bando lo lidera la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que presiona al presidente del Gobierno para obligar a Ciudadanos a retratarse y que apoye la moción de censura con Podemos. En el bando contrario se sitúan todos los que creen que por encima de cualquier persona pesa más seguir gobernando la Comunidad de Madrid.
La candidatura de Ángel Gabilondo para sustituir a Cifuentes en la moción de censura que el PSOE ha presentado en la Asamblea de Madrid también asusta a los populares, que recuerdan que "no es un izquierdista peligroso y podemos correr el riesgo de no volver al poder en mucho tiempo". Quienes conocen bien a Rajoy aseguran que el presidente se toma este caso como todas las crisis, "con calma", y que no tomará una decisión hasta "el último minuto". Sin embargo, deslizan que el presidente siempre se ha mostrado partidario de mantener el poder, por muy injusto que le parezca el sacrificio personal de un compañero. En este caso, la fecha límite la marca el día del debate de la moción, que tiene que celebrarse antes del 7 de mayo.
Preparados para un conflicto "largo"
El Partido Popular se prepara por ello para un conflicto "largo" que durará al menos tres semanas más. En Génova también recuerdan que la propia Cifuentes puede dimitir cuando ella quiera. Sin embargo, el sentimiento más extendido es que no tirará la toalla hasta que no se lo pida personalmente el presidente y que, por lo tanto, está dispuesta a ser la anfitriona el 2 de mayo, el día grande de la Comunidad de Madrid.
Si el conflicto no se resuelve antes, la última palabra la tendrá el presidente del Gobierno. Sin embargo, en Génova entienden que conforme el tiempo pase las corrientes internas del PP de Madrid presionarán a Cifuentes para que se aparte. "Hay 500 puestos de trabajo en juego si perdemos Madrid", han calculado fuentes de la dirección nacional, donde siguen sin entender por qué el partido madrileño no llegó a un acuerdo con Ciudadanos para pactar una comisión de investigación y ganar algo de tiempo. Ahora, el partido naranja ya ha pedido abiertamente la dimisión de Cifuentes y no hay nada que les haga cambiar de opinión.
Buscar un cartel "potente" para 2019
La presidenta de la Comunidad de Madrid se comunica directamente con Mariano Rajoy, sin intermediarios. Cifuentes quiere demostrar su inocencia a pesar de todo y en su partido piensan que solo "un escándalo similar de algún rival" podría salvarla. Hace pocos días consiguieron colocar en un primer plano el caso del líder del PSM, José Manuel Franco, pero la magnitud de la noticia no tuvo la acogida que esperaba el PP. Poco a poco, todos se preparan mentalmente para la caída de Cifuentes y, aunque en público aún se resistan a reconocerlo, buscar un cartel "potente" para conseguir retener Madrid en las elecciones de 2019.