El programa Preguntes Freqüents de TV3 transcurría el sábado por la noche con normalidad, o con lo que en TV3 se entiende por normalidad, cuando Jordi Cañas interrumpió a su contertulio Ramón Cotarelo para pedirle a una espectadora del público que repitiera lo que acababa de decir: "¿Puede repetir lo que ha dicho, por favor?".
"¿Cómo? ¿Le han dicho algo desde el público?", le preguntó la presentadora Laura Rosel. La espectadora, una mujer mayor de pelo canoso de la que no ha trascendido el nombre, repitió el insulto y Rosel la cortó de raíz: "Ha insultado al señor Cañas, le pido por favor que se ahorre los insultos a cualquier persona que haya en este plató, porque aquí invitamos a todos y respetamos todas las opiniones".
El insulto, que no se oyó en directo, fue objeto de especulación en las redes sociales desde el primer minuto. Contactado por este diario, Jordi Cañas ha preferido no revelar su contenido. En parte para no dar mayor trascendencia a lo ocurrido. En parte porque la conductora del programa se apresuró a amonestar a la espectadora, que por otro lado continuó en su asiento durante el resto de la emisión. En parte, también, porque el destinatario del insulto no fue él mismo sino una tercera persona.
Teorías conspiranoicas
Pero uno de los espectadores presentes en el plató ha revelado finalmente cuál fue ese insulto que la mujer de pelo blanco dirigió a Cañas: "Fill de puta" (hijo de puta). Un insulto escasamente original pero que da una idea del clima de impunidad en el que algunos nacionalistas creen moverse en cuanto se sienten en la zona segura de los platós de TV3.
Tras el incidente no tardaron en aparecer las ya habituales teorías conspiranoicas separatistas. Entre las más populares, que la mujer era una actriz a sueldo de Ciudadanos; que el apelativo de "facha" —en un primer momento se creyó que ese era el insulto— no podía considerarse como una ofensa sino como una descripción del invitado; que el insulto no había ido mucho más allá de un "mentiroso"; o que era muy sospechoso que la mujer aprovechara para insultar a Cañas precisamente cuando estaba hablando Cotarelo.
En contraste con la reacción del separatismo en las redes sociales, muchos otros perfiles de Twitter se apresuraron a apoyar a Jordi Cañas. Las peticiones de cierre de TV3 se multiplicaron durante unas horas y no fueron pocos los que se lamentaron de que el Gobierno no haya aprovechado el periodo de aplicación del artículo 155 de la Constitución para intervenir la televisión autonómica catalana y garantizar su imparcialidad.