El presidente del Gobierno ha querido rendir un sentido homenaje a las "853 víctimas injustamente asesinadas por ETA" el día que la banda terrorista ha anunciado su adiós. "Nada les debemos y nada tenemos que agradecerles porque ahora asuman que dejan la violencia. Han tardado demasiado tiempo en reconocer su derrota".
Acompañado de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría y del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, Mariano Rajoy ha leído una declaración institucional en la que ha querido recordar que los crímenes de ETA "se seguirán investigando, sus delitos juzgando y las condenas se seguirán cumpliendo. No hubo ni habrá impunidad".
El jefe del Ejecutivo reconoció la "infatigable" labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; la de los jueces y periodistas. También aplaudió el papel que ha desempeñado la Corona, "comprometida siempre con nuestra democracia" y a sus antecesores en el cargo y a sendos ministros del Interior: "Todos ellos, animados por el coraje de la sociedad española y la dignidad de las víctimas, han sido determinantes para la derrota de ETA. Esta jornada también es de ellos, por su labor ingrata y poco reconocida durante años que hoy recoge sus frutos". Rajoy quiso incluir a todos los españoles en esta "victoria, que es patrimonio de todos los demócratas españoles y de nuestros vecinos franceses y de la UE, que nos han ayudado en esta batalla".
Rajoy reconoció que "desaparece ETA", pero "no el dolor que durante tantos años ha causado". Por eso quiso dejar claro que "no hubo ni habrá impunidad" con aquellos asesinos que siguen cumpliendo condena. "No hay lugar a las justificaciones ni excusas. No hay nada que justifique tanto dolor y tanta impiedad". Por eso insistió en que hoy los protagonistas son "las víctimas", "no los asesinos" por "una cuestión de democracia".
El jefe del Ejecutivo recordó que la historia de ETA "no es más que el relato de quienes pretendieron instaurar un régimen de terror", objetivos políticos que "no podían lograr de forma democrática". Para Rajoy, la banda terrorista "ha reconocido pro fin que toda su historia ha sido un fracaso. No han logrado ninguno de los objetivos políticos que se marcó a lo largo de su historia criminal".
Antes de concluir, el presidente del Gobierno hizo mención al desafío sececionista catalán al reconocer que la sociedad española debe sentirse "orgullosa de su coraje" y defenderse ante quienes "de una u otra manera" pretenden romper la convivencia.