Mariano Rajoy ha optado por que sea el presidente del Senado quien vuelva a dirigir el PP de Madrid, un puesto que Pío García-Escudero abandonó en noviembre de 2004. Ocho meses antes de que se lo entregara a Esperanza Aguirre, el PP de Madrid que él dirigía blanqueó donativos en negro por al menos 30.000 euros durante la mañana de los atentados del 11 de marzo.
El líder del PP ha dedicado casi dos semanas a estudiar todas las opciones que había en la Comunidad de Madrid y en el partido para sustituir a Cifuentes. Sin embargo, Rajoy ha optado por no hacer caso a las voces internas que le pedían una "ruptura total" con la expresidenta y ha mantenido a su delfín, Ángel Garrido, al frente de la Real Casa de Correos hasta las elecciones de 2019.
Para pilotar el partido madrileño hasta que se celebre el próximo congreso regional, Rajoy ha colocado a uno de sus amigos íntimos, Pío García-Escudero, que se enteró de su nueva misión este mismo lunes. El nombramiento ha provocado un fuerte rechazo en los partidos de la oposición, que han recordado que el nombre del presidente del Senado aparece en los papeles de Bárcenas y está vinculado con la trama de Fundescam.
Según desveló EL ESPAÑOL, el PP de Madrid de García-Escudero utilizó de manera sistemática durante años diversos sistemas para lavar donaciones en metálico entregadas por empresarios que luego eran empleadas para sufragar actividades del partido. Una de ellas consistía en repartir dinero negro entre trabajadores de la sede central para que, después, acudieran al banco con cantidades individuales que rondaban los 200 euros.
Pío García-Escudero ha sido uno de los escasos miembros del Partido Popular que ha reconocido los pagos en negro de Bárcenas. De hecho, él aseguró que recibió del partido cinco millones de pesetas para arreglar su vivienda tras un atentado de ETA, pero que devolvió hasta el último céntimo. Cuando se le preguntó a Esperanza Aguirre por las facturas del PP pagadas por Fundescam, la expresidenta señaló a García Escudero con una frase que quedará en el recuerdo para siempre: "Pregunten a Pío, pío, pío".
Estrategia para 2019
La intención de Rajoy es que Garrido y García-Escudero dirijan la Comunidad y el PP madrileño hasta las elecciones de 2019. Con esta jugada, el presidente del PP intenta que sus rivales políticos no puedan descifrar cuál será su estrategia de cara a retener el poder en Madrid el año que viene.
El PP ya cuenta con el aval de Ciudadanos para bendecir la candidatura de Garrido, un perfil cifuentista que un sector del PP rechazaba por su vinculación con su antecesora. Rajoy sin embargo ha optado por mantener al hombre que mejor conoce actualmente la Comunidad de Madrid mientras gana en ese perfil "potente" con el que seducir a los votantes madrileños en la próxima cita electoral. ¿Será finalmente Soraya Sáenz de Santamaría?
"Nuevos rostros"
El nombramiento de García-Escudero para controlar un partido con el estado anímico por los suelos ha supuesto otro shock en el PP madrileño. Rajoy ha colocado como 'número dos' del presidente del Senado a Juan Carlos Vera, un fontanero fiel de la dirección nacional del PP. Además, la cúpula tampoco descarta que se incluyan otros "nuevos rostros" para entrar en la dirección regional del partido como Pablo Casado, otro de los nombres que más suenan para liderar la candidatura de los conservadores en Madrid.