Tras aprobar los Presupuestos Generales del Estado, el presidente del Gobierno reconoce que "hoy es un buen día" para "el Gobierno, para el PP y para España". Mariano Rajoy comienza ya su batalla electoral y ataca ya sin piedad a su rival más fuerte, Ciudadanos, de quien dice sin nombrarlo que "pareciera que con ellos comienza el mundo. En países donde se mantienen los grandes partidos como Alemania las cosas van mejor".
El jefe del Ejecutivo recuerda a los partidos emergentes que "el mundo comenzó hace mucho" y les afeó que "hablar es muy fácil, pero tomar decisiones, saber qué líneas no se pueden pasar, aguantar bien las presiones no es tan fácil". A los líderes políticos que nunca han asumido responsabilidades políticas el presidente del Gobierno "solo les doy el beneficio de la duda".
En una entrevista radiofónica, Rajoy aprovechó a Rivera el "exceso de declaraciones que se producen todos los días". El presidente del Gobierno se sintió especialmente molesto porque le reprocharan que el PP admitió que se pagó el referéndum con dinero público. "Es absurdo, no se debe hacer porque no entra en la cabeza de nadie que el PP supiera eso".
Rajoy abrió también de nuevo la puerta a ser el candidato del Partido Popular a las próximas elecciones generales. "Estoy animado y con ganas", aseguró, "pero estas cosas hay que hablarlas dentro del partido", añadió. Respecto a Cataluña, el jefe del Ejecutivo tendió la mano al presidente de la Generalitat, Quim Torra, y se ofreció a verse en una reunión en Moncloa "si me llama" y "en cuanto se constituya un Gobierno".
Antes de que esta reunión se produzca, el jefe del Ejecutivo central advirtió al jefe del Ejecutivo catalán que "no haga como su antecesor, que vino a Moncloa a pedirme una cosa que sabía que no podía darle y no le di". No obstante, Rajoy aseguró que otras elecciones en Cataluña "no tienen sentido" y pidió a Torra "gobernar para todos y poner fin a esta pesadilla que no beneficia a nadie".