Mariano Rajoy no se arruga ante la adversidad. El presidente del Gobierno pretende mantenerse en Moncloa hasta agotar la legislatura y la moción de censura presentada por Pedro Sánchez no ha alterado sus planes. De momento, el jefe del Ejecutivo no contempla ni un adelanto electoral, como pide Albert Rivera, ni dar un paso atrás y elegir ya un sucesor que tome las riendas de un partido que se desgasta a pasos agigantados.
Desde que el secretario general del PSOE optó por romper la sintonía con el presidente del Gobierno y presentar una moción de censura para echarlo de Moncloa, el jefe del Ejecutivo canceló toda su agenda. Rajoy puso en conocimiento de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que su intención era que el debate sobre su continuidad se celebrase con la máxima urgencia para evitar que España entre en un dilatado proceso de inestabilidad.
Pastor contactó con el proponente de la moción y acordaron que la sesión se celebrase este jueves y el viernes, la primera jornada que la ley permite tras presentarse una moción de censura. Rajoy se ha encerrado en Moncloa y prepara ahora a conciencia su contestación a Pedro Sánchez. Eso sí, cruza los dedos para que los partidos minoritarios no se alineen con el líder del PSOE y éste consiga los 176 votos que necesita para que su desafío prospere.
El órdago de Sánchez tras la durísima sentencia de Gürtel ha desatado el miedo en las filas conservadoras, donde piden al presidente un revulsivo para soltar lastre de los escándalos de corrupción del pasado. Sin embargo, la postura del presidente sigue siendo la misma que la que mantuvo en su comparecencia del viernes: "No tiene ninguna intención de adelantar elecciones ni de dar un paso atrás", reconocen fuentes del entorno del presidente.
"Gran traición"
Rajoy reaparecerá este miércoles en la sesión de control del Congreso y tiene previsto contestar a Sánchez el jueves, cuando el secretario general del PSOE defienda el programa de Gobierno que pretende poner en marcha si el Parlamento le otorga la confianza. El jefe del Ejecutivo se ha tomado esta maniobra de Sánchez como una "gran traición" en un momento en el que el Ejecutivo sigue sin resolver el desafío secesionista.
Los conservadores cerraron filas con su líder y salieron en tromba a atacar lo que consideran una estrategia "personal" de Pedro Sánchez por llegar a Moncloa "sea al precio que sea". En privado temen que, aunque la moción no prospere, la legislatura quede ya amortizada la misma semana que el Gobierno ha conseguido aprobar los Presupuestos Generales del Estado.
Debate del estado de la Nación en junio
El futuro del líder del PP no depende ahora mismo de él. Sin embargo, los conservadores se sienten aliviados por la "extraña forma" que ha elegido Sánchez para sacar adelante su moción de censura: "Sin contactar con los portavoces de aquellos grupos que pueden otorgarle la confianza y presentándolo como o Rajoy o él", definen las mismas fuentes.
Rajoy tampoco va a aceptar las exigencias del líder de Ciudadanos, que le pide consensuar la fecha para celebrar cuanto antes unas elecciones generales. El jefe del Ejecutivo se mantiene firme en sus convicciones y, si la moción decae, celebrará el Debate del estado de la Nación antes de las vacaciones de verano para intentar calmar las aguas y conseguir su objetivo: agotar la legislatura en Moncloa.