Mariano Rajoy debe hacer la mudanza de la Moncloa este fin de semana y será el martes cuando se reúna con todo su partido en un Comité Ejecutivo Nacional convocado para rearmarse una vez que han pasado a ser el partido de la oposición. Seis años y medio después de llegar al Gobierno, el líder del PP se convirtió este viernes en el primer presidente de la Democracia en perder la confianza de la Cámara.
El futuro de Rajoy es incierto. Puede optar por renunciar a su escaño en el Congreso y acogerse a la ley de expresidentes sin renunciar a la jefatura del PP. Los dirigentes populares quieren dar un margen para que asuma este durísimo golpe, pero nadie apuesta ya por que sea él quien lidere la lista a las próximas generales. "Ahora sí que necesitamos cambiar si queremos recuperarnos", coincidían varios diputados este viernes.
Tras el traspaso de poderes, la primera tarea que asumir el PP de forma inmediata es reorganizar el Grupo Parlamentario en el Congreso. Rafael Hernando ha hecho su función durante el tiempo que Rajoy ha estado en Moncloa. Sin embargo, la sensación más extendida es que el presidente optará por otra persona para asumir el reto de recuperar el partido desde la bancada de la oposición. "El discurso que ha ofrecido Hernando este viernes en la tribuna ha sonado a despedida", resumía un compañero de filas.
Un trabajo que ya hizo
En esta nueva etapa toma fuerza el nombre de la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, para retomar una labor que ya hizo cuando presidía el Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Al menos una decena de miembros del PP coincidían al señalar que es "el perfil que se necesita para el nuevo papel que tenemos que desarrollar; ha mandado mucho y fue brillante como opositora a María Teresa Fernández de la Vega", recuerdan.
La decisión, sin embargo, todavía no está tomada y habrá que esperar al martes para escuchar a los barones sobre qué nuevo rumbo debe tomar el partido una vez que el PSOE ha llegado a Moncloa. El futuro de gran parte del PP es tan impredecible como el del mismo Rajoy, pero ya hay quien apuesta porque muchos ministros se mostrarán dispuestos ahora a encabezar la lista del partido en las elecciones autonómicas y municipales que se celebrarán dentro de un año.
Ciudadanos, el objetivo a batir
El objetivo que se quieren fijar ahora en Génova es Ciudadanos. Los conservadores son conscientes de que gran parte de su electorado procede de sus filas y ahora es el momento para recuperarlo. Un gobierno de Pedro Sánchez sostenido por Podemos "es la mejor manera de recomponernos", aseguraba un alto cargo del PP tras la caída ya confirmada de Rajoy.
Los conservadores alentarán ahora desde la oposición el fantasma de la inestabilidad y recuperarán el discurso del miedo a los radicales en un intento por poder llegar a las próximas elecciones con opciones de recuperar el poder.