La carrera por la sucesión de Mariano Rajoy empezó mucho antes de que el presidente del PP decidiera dar un paso atrás definitivo en la política. Las distintas familias que conviven bajo el paraguas de Génova llevaban tiempo recolocándose para estar lo mejor posicionados el día que el presidente decidiera irse. Nadie se imaginó que la moción de censura presentada por Pedro Sánchez iba prosperar y que el líder del PP pondría fin a su carrera política de una forma tan abrupta. Abierto ya el camino hacia la sucesión, pocos ven viable una candidatura conjunta entre dos de los favoritos, Alberto Núñez Feijóo y Soraya Sáenz de Santamaría. El presidente de la Xunta de Galicia desconfía de la ex vicepresidenta desde que en 2013 se filtraron sus fotos en un barco con el narcotraficante Marcial Dorado en un barco.
Dorado, que cumple condena por narcotráfico, es un histórico de los clanes de Arousa con el que Feijóo compartió viajes a mediados de los 90, cuando el ahora presidente gallego era número dos de Sanidad en la Xunta. Cuando aquella fotografía apareció publicada en El País, Feijóo ofreció una rueda de prensa de hora y media para dejar claro que no sabía nada sobre las actividades criminales de su antiguo amigo. El asunto de las fotos con el narco sigue siendo un tema espinoso dentro del PP. Entre otras cosas, porque hay quien sostiene que su filtración al diario de Prisa fue fruto de una venganza política dentro del propio partido.
En aquella época, 2013, Santamaría ya era vicepresidenta del Gobierno de España y dirigía el Centro Nacional de Inteligencia, "la casa que esconde los trapos sucios de todos", resume una persona que conoce de cerca el CNI. El entorno del presidente gallego buscó sin descanso al filtrador de aquella imagen que le pudo haber costado su carrera y que la dejó para siempre manchada por esas "amistades peligrosas".
La versión oficial es que aquellas imágenes salieron del Partido Socialista gallego. Pero un sector muy importante del PP cree que fue "el entorno de la [ex] vicepresidenta" la que facilitó su distribución con la connivencia del CNI. La mayor preocupación ahora del presidente de la Xunta de Galicia, que en los próximos días anunciará si opta o no a la carrera por la presidencia del PP, no son aquellas fotografías del pasado. El problema es que aquella imagen "podría no ser la última", aseguran fuentes del entorno del gallego. De hecho, hace semanas que en el PP corre como la pólvora que hay más imágenes del pasado dispuestas a hacerse públicas en el "momento oportuno". Y ese momento, en plena guerra por la sucesión, ha llegado.
El caso Cifuentes
La salida fulminante del tablero político de Cristina Cifuentes tras filtrarse el caso del máster y el asunto del hurto de las cremas ha creado una sensación de gran intranquilidad en el PP. Todavía hoy, dos meses después de la dimisión de la presidenta madrileña, muchos cargos y dirigentes populares se echan las manos a la cabeza, sobre todo porque se habla de la existencia de todo tipo de material comprometedor. Y de la misma forma que se afirma que existen más vídeos de Cifuentes, hay quien asegura con rotundidad que también hay imágenes que podrían perjudicar seriamente al presidente gallego.
Responsables del Partido Popular consultados por EL ESPAÑOL no descartan a día de hoy "ataques similares" al que vivió Cifuentes justo ahora, "cuando más daño se puede hacer". Se sabe que ha habido espionaje y seguimientos entre dirigentes de la formación y también que se ha pedido precio por eliminar material antiguo que podría comprometer más de una carrera política. En Génova entienden que el caso Cifuentes "supone un antes y un después: ya todo vale para destruir al otro".
El gallego, que se resistía a ser el cabeza de cartel en las últimas elecciones autonómicas, suma tres legislaturas consecutivas como presidente. Se especuló mucho sobre una oferta de Inditex, un fichaje que desde la cúpula de la empresa textil desmienten categóricamente. El caso es que tras un almuerzo con Rajoy en el que nadie sabe a qué acuerdo llegaron, Feijóo decidió repetir como candidato del PP.
"Ya se puede destruir a la persona"
Hace apenas dos meses, Critina Cifuentes era una de las mejores posicionadas de cara a sustituir a Mariano Rajoy para el día en que el líder del PP decidiera dar un paso atrás. Su defenestración ha reducido mucha esa quiniela de la sucesión que ha desatado todas las especulaciones en tan solo una semana.
El vídeo con dos cremas robadas en un supermercado cuando era vicepresidenta de la Asamblea de Madrid llevaba guardado en un cajón siete años. Con ese precedente, dicen sus compañeros, "se ha abierto una veda muy peligrosa: ya se puede destruir a la persona, no solo vale con acabar con el político. La gente tiene pánico". La pregunta que se hacen muchos ahora es quién será el siguiente.