Igor el Ruso consideraba la zona de Teruel donde asesinó a sus tres últimas víctimas como "un pequeño oasis". Así lo confesaba él mismo en uno de los vídeos registrado en la GoPro que llevaba consigo cuando fue detenido la madrugada del 15 de diciembre de 2017. Las imágenes que escondía la pieza tecnológica que seguía bajo secreto de sumario revelan cómo el asesino se movía por los inhóspitos montes de la provincia de Teruel tranquilamente, incluso de día, sin miedo a ser descubierto, cargado de multitud de enseres en una bicicleta.
Algunos de los selfies donde Feher se apuntaba con el arma que mató a sus víctimas fueron hechos a escasos kilómetros del masico donde disparó a matar a dos vecinos el 5 de diciembre. También inmortalizó con su cámara el lugar donde perpetró el triple crimen antes de cometerlos. Unos datos que avalan que el asesino permanecía en la zona mientras la Guardia Civil le seguía el rastro.
La juez de Alcañiz que instruye el caso acaba de levantar el secreto de sumario de la pieza tecnológica de la causa en la que se analiza el material tecnológico que Feher portaba cuando fue detenido. Ese atestado de la Policía Judicial revela que la cámara GoPro que poseía cuando fue detenido contenía 101 imágenes y 15 vídeos, aunque el informe solo incorpora una veintena de fotos prácticamente idénticas: selfies del asesino, solo, vestido de militar, enseñando el arma a cámara, siempre al aire libre o en zonas abandonadas acompañado de una bicicleta.
La Policía Judicial reconoce que, con el análisis de estos archivos, no puede determinar "ni cómo ni cuándo" el asesino pisó España por primera vez desde que huyó de Italia tras matar a dos personas más en abril de 2017. Sin embargo, los investigadores consideran que esas imágenes son suficientes para establecer que "una vez situado en la provincia de Huesca entre finales de septiembre y principios de octubre se desplazó hasta Teruel utilizando como medio de transporte una bicicleta de montaña".
Tras ser detenido, la Guardia Civil custodió las pertenencias de Norbert Feher: 24 bultos de gran tamaño, entre bolsas y mochilas llenas a rebosar de objetos de todo tipo. Un inmenso kit de supervivencia imposible de transportar en una simple bicicleta sin ser sorprendido en ningún momento por nadie. Nada se sabe todavía de la denuncia que una vecina interpuso ante la Guardia Civil de Albalate del Arzobispo la tarde noche del 5 de diciembre en la que dejó constancia de que vio a "menos de tres metros" a un "forastero" idéntico a Norbert Feher conduciendo una vieja furgoneta Mercedes. Días antes de registrarse esa denuncia, un vecino de la localidad con un vehículo idéntico a este furgón sufrió un robo en el almacén donde lo guardaba. El ladrón solo se interesó por arrancar los dos focos traseros al viejo vehículo idéntico al que, al menos dos personas, vieron circular a Feher.
La Guardia Civil cree que pasaba por ahí
La Guardia Civil interpreta que Feher estaba en el lugar donde mató a sus tres últimas víctimas de forma "puramente casual". Una versión que validan con un simple vídeo en el que Feher dice que "quiere alcanzar Madrid" y que ya está "a 100 kilómetros de Guadalajara". Las primeras denuncias de hurtos en masicos en Albalate del Arzobispo se pusieron a mediados de noviembre, un mes antes de los asesinatos, por lo que Igor el Ruso permaneció al menos durante treinta días consecutivos en un perímetro no superior a veinte kilómetros. Un tiempo desmedido para un fugitivo que simplemente pasaba por ahí mientras intentaba llegar a Madrid.
Tras localizar algunos de los puntos en los que Feher se fotografió -como el embalse de Mequinenza, una caseta con el techo con vigas de madera y cañas y al fondo la Central Térmica de Andorra o un antiguo masico muy cerca de la carretera A-223 que une Andorra con Albalate-, la Guardia Civil ha construido el itinerario que el asesino pudo seguir hasta que llegó al lugar donde perpetró el triple crimen. Según su conclusión, el camino que siguió el fugitivo en Aragón pudo ser "Fraga, Mequinenza, Caspe, Escatrón, Castelnou, Samper, Híjar y Albalate del Arzobispo".
Los instructores del informe consideran también que, "mientras se encontró en Teruel, no recibió apoyo o ayuda de terceras personas, actuando completamente en solitario". En los vídeos incorporados al sumario aparece un Norbert Feher solitario explicando a cámara en un mensaje dirigido a alguien cómo es el sitio en el que está. En uno de esos vídeos habla incluso de "Albalate del Arzobispo", el lugar en el que el 5 de diciembre disparó a dos personas a matar.
El informe no recoge si esas fotografías o esos vídeos fueron enviados desde alguno de los terminales de Feher a terceras personas, pero la Guardia Civil concluye que durante el tiempo que permaneció escondido en Teruel no tuvo ayuda de ningún tipo en ningún momento. Sin embargo, ni siquiera se sabe aún quién pagaba, por ejemplo, la línea del teléfono móvil que llevaba encima.
"Todo hacía indicar que no estaba allí"
La rotundidad con la que la Guardia Civil concluye que Feher simplemente utilizó Teruel como una manera para llegar hasta Madrid contrasta con la placidez que Feher muestra en los selfies que se hacía en una zona donde decidió quedarse incluso una vez que ya había delinquido.
Las imágenes y los vídeos que grababa a sí mismo dan a entender también que Feher no tenía miedo a ser descubierto. De hecho, el análisis de este material choca con el dispositivo "riguroso, profesional y exhaustivo" que la Guardia Civil extendió durante la primera quincena de diciembre para atraparle. Así fue como describió el despliegue el ya exsecretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, en el Congreso de los Diputados. De hecho, dejó caer que con un despliegue de seguridad más amplio "a lo mejor el número de víctimas hubiera sido mayor".
El capitán de la Guardia Civil de Alcañiz, Horacio Requena, no supo decirle a la juez que instruye el caso cuántos dispositivos se desplegaron los días clave en los que actuó Feher: entre el 5 y el 14 de diciembre, las nueve jornadas que transcurrieron desde el doble intento de homicidio hasta el triple crimen. Según su declaración en sede judicial, "como todo hacía indicar que esa persona no estaba allí", no se pusieron dispositivos "con gran cantidad de personas" y se decidió que fueran patrullas de Andorra, Ariño, Albalate e Híjar las que prestaran atención a la zona.
De hecho, el capitán reconoció que tras aquella primera tentativa de homicidio no solicitó apoyo de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS). También aseguró que, como "durante unos días no se tienen noticias de hechos nuevos" (más robos en masicos), no se decidió que agentes vestidos de paisano le buscaran desde "sitios elevados" hasta el día 12 de diciembre. Los días anteriores se actuó como "en estos casos: acordonando la zona y rastreando". Y Feher, mientras tanto, pasaba el tiempo llenando su cámara de selfies hechos en ese mismo lugar.