Pablo Casado no solo es el aspirante a presidir el PP que más avales ha presentado, unos 5.000, sino que encarna "la verdadera regeneración del partido", según coinciden desde varios feudos autonómicos y provinciales. El candidato quiere recorrerse España en las dos semanas que dura la campaña y lo hará en coche, al más estilo Pedro Sánchez. Su primera parada será su provincia, Ávila. Allí consiguió en las últimas elecciones generales el 55% del respaldo, 21 puntos más de lo que pronosticaban las encuestas. Un dato que ilusiona a los afines y aterra a los detractores, que confiesan que "cualquier cosa puede pasar" si consigue quitar toda sombra de duda sobre cómo cursó su máster.
Sus rivales más fuertes, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, son vistas por la gran mayoría de los militantes de a pie "como parte del PP de siempre". El vicesecretario de Comunicación, vinculado al aznarismo y a Esperanza Aguirre, es capaz de "sacudirse la parte mala del pasado e ilusionar a los que buscan de verdad una regeneración de verdad", reflexionan en el partido. "Es joven, sabe moverse en redes sociales y conectar con los jóvenes. Es, además, el yerno que toda suegra quisiera para su hija", describen.
La fórmula de doble para elegir al sucesor de Mariano Rajoy en un proceso con siete candidaturas favorece a Casado, ya que la participación se elevará ante una guerra tan disputada. "En una votación secreta los aparatos no son capaces de controlar el sobre que depositan los afiliados", reconoce un presidente provincial encargado de que María Dolores de Cospedal reciba el mayor número de apoyos posible. "Otra cosa es ya el congreso, donde pasan dos y votan los compromisarios. Ese proceso sí está más controlado, pero la primera vuelta es imposible de controlar, sobre todo después de que el favorito, Feijóo, renunciara", esgrimen.
La baja del presidente de Galicia al comienzo del partido ha dejado desnortado a un Partido Popular poco acostumbrado a la incertidumbre. La mayoría entiende que la guerra soterrada entre Cospedal y Santamaría dividirá el partido y, por eso, muchos optarán por la tercera vía, la candidatura de Pablo Casado. "Tiene menos de 40 años, es joven pero ya lleva años trabajando, ha sido un buen fontanero tanto de Aznar como de Rajoy", describen. "Es el único que transmite ilusión".
Grupo de jóvenes influyentes del PP
El vicesecretario de Comunicación entregó sus avales acompañado de un nutrido grupo de jóvenes influyentes del PP. Junto a él aparecieron en la fotografía el vicesecretario Javier Maroto, el diputado murciano Teodoro García, la valenciana Belén Hoyo y la vicesecretaria del PP de Madrid Isabel Díaz Ayuso. También sorprendió el apoyo de quien fuera consejero de Sanidad en Castilla-La Mancha con Cospedal, José Ignacio Echániz, y de quien fuera director general de la Policía, Ignacio Cosidó.
El equipo de Casado quiere convertir a su candidato en la "candidatura del consenso, el que suma, el que no va contra nadie". Con este aval pretenden pasar la criba de la primera votación, cuando son los militantes los que eligen a su favorito. Si el vicesecretario saca más apoyos que Cospedal o Soraya dan por hecho que podría ganar el Congreso. "La que se quedara fuera del proceso brindaría todo su respaldo a Casado solo para que no gane su rival", creen.
Un candidato para todos
Pablo Casado siempre ha sido visto con buenos ojos en todos los sectores del PP. Él siempre tuvo aspiraciones pero nunca creyó que su oportunidad llegaría ya. El viernes pasado no tenía ninguna intención de presentarse. Solo al darse cuenta de que pesos pesados como Alberto Núñez-Feijóo se lo pensaba demasiado habló con su familia y sondeó las fuerzas que podría tener para valorarlo seriamente. Su objetivo desde el principio es presentarse como el candidato de todos, aprendiendo del pasado pero con un proyecto renovador que entierre definitivamente toda la época anterior del PP.