El Comité Organizador del Congreso (COC) se ha reunido este lunes por la mañana en Génova y ha tomado una decisión de alcance: aplazar la decisión de si se debe celebrar un 'cara a cara' entre los dos candidatos a suceder a Mariano Rajoy: Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría. Los organizadores del cónclave apuntaron la voluntad del vicesecretario de Comunicación, que pidió formalmente un debate de ideas con su rival. Pero, de momento, no se ha decidido nada y la voluntad es no celebrarlo: "Somos todos del mismo partido, no estamos compitiendo para ganar unas elecciones municipales", aseguran fuentes del PP.
Santamaría recogió el guante y aceptó el debate, aunque después personas de su candidatura reconocieron que es partidaria de una reunión bilateral con Casado antes que de confrontar programas. "Pensamos que es mejor dialogar para construir que confrontar". Además, recuerdan que el único punto del día aprobado por el Comité Ejecutivo Nacional para el Congreso del 20 y 21 de julio es elegir al futuro líder del PP, que en ningún momento se habló de abrir un debate ideológico sobre dónde está el Partido Popular.
El 'número tres' del PP, Fernando Martínez-Maillo, afirmó públicamente que "no veo necesario el debate, la organización no lo ve necesario". De hecho, la gran mayoría del PP cree que ese 'cara a cara' solo perjudicaría al PP. "La división puede ser tremenda, no podemos permitirnos transmitir esa imagen a la sociedad", declaran fuentes del partido.
La exvicepresidenta del Gobierno no ha rechazado formalmente el debate y está dispuesta a debatir con su contrincante si así lo decide el COC. "La preocupación de Soraya por debatir con Pablo es cero", aseguraron fuentes cercanas a la candidata, que pedirá una reunión con Casado y otra con María Dolores de Cospedal para intentar convencerles de que es mejor pactar una candidatura única en el que quepan todos.
Todavía queda más de una semana para que se celebre el Congreso en el que se votará al futuro presidente del PP y las dos candidaturas están confiadas en poder ganar. Los afines a Santamaría aseguran que están recabando apoyos en aquellas autonomías donde ganó la secretaria general, descalificada en la primera ronda.
En el Congreso de los días 20 y 21 de julio votarán 3.184 compromisarios de los cuales 522 son delegados natos. Según el equipo de Santamaría, la exvicepresidenta ganará "con algo más que con claridad" ya que fue la más votada en 30 provincias y ya ha recibido el visto bueno de otros delegados que apostarían por una de las cuatro candidaturas que cayeron en la primera fase.
Miembros de la candidatura de la exvicepresidenta se han pasado todo el fin de semana haciendo llamadas a dirigentes del PP de distintos niveles -sobre todo regional y provincial- para preguntarles cómo ven esta segunda fase del proceso. La conclusión a la que llegan es que la gran mayoría en el partido pide una candidatura única por el bien del partido. "Todos somos compañeros, no hay que olvidarlo", recuerdan.
Santamaría trabaja por ser ella la presidenta del PP e incluir en su Ejecutiva a su rival y a Cospedal si la secretaria general quisiera. Una confluencia que, de momento, sus adversarios no aceptan. El equipo de Casado, por su parte, está trabajando por liderar una candidatura "anti Soraya" que aglutine a todos los perdedores. Los afines a Santamaría recuerdan que "no son bloques monolíticos" y que, por tanto, es una equivocación dar por hecho que el 26% de apoyos que recibió Cospedal vayan ahora a parar a manos del vicesecretario de Comunicación.
Además, los seguidores de la candidata achacan a la falta de experiencia de Casado sus críticas a que se presente como candidato alternativo. Además, le afean el tono que ha utilizado para desacreditar la gestión de la vicepresidenta en Cataluña. "Entonces no lo criticó", añaden. De momento, las dos candidaturas ven inviable un acercamiento esta semana. Todo dependerá del recuento de votos que hagan conforme los compromisarios decidan su voto. "Si está muy claro que hay un vencedor antes del Congreso, intentará buscar la candidatura única antes de llegar el viernes al cónclave", coinciden diversas fuentes. El futuro del PP sigue siendo muy incierto.