Las puertas de La Moncloa siguen abiertas para el Ejecutivo separatista de la Generalitat de Cataluña. Tras la reunión del pasado lunes entre Pedro Sánchez y Quim Torra, este jueves el encuentro ha sido de vicepresidentes: Carmen Calvo ha estrechado la mano de Père Aragonés. El emisario catalán, a continuación, ha visitado a María Jesús Montero en el ministerio de Hacienda.
Concluida la visita, Aragonés ha reconocido albergar “un punto de optimismo”, que ha terminado por cifrar en “un 10%”. En una rueda de prensa ofrecida en el centro cultural Blanquerna, que suele hacer las veces de embajada catalana en Madrid, el número dos de Torra ha descrito la “voluntad de diálogo” de ambas partes. “Y esto no sucedía con el Gobierno estatal anterior”, ha remarcado en varias ocasiones. El separatismo celebra el deshielo promovido por el presidente socialista.
Tanto Torra como el propio Aragonés han vuelto a invitar a Pedro Sánchez a emplear “sus instrumentos para sacar el referéndum de los tribunales”. “Mis compañeros en la cárcel deberían haber participado en las reuniones de hoy”, ha criticado el político catalán.
Se ha referido a estos encuentros como los “primeros de varios más que vendrán” y ha avanzado la reunión de la comisión de bilateralidad “antes de las vacaciones de agosto”. Un órgano que no se constituía desde 2011. El mandatario separatista ha afirmado “no atisbar la posibilidad de un acuerdo en cuanto al derecho de autodeterminación”, pero tanto Torra como él mismo han transmitido a sus anfitriones del Ejecutivo socialista que esa “misión fundacional es irrenunciable”. “Los dos proyectos se encuentran alejados, pero existe la voluntad de interlocutar. Intentaremos solucionar con política los problemas políticos”, ha enfatizado Aragonés.
El vicepresidente catalán ha explicado que la relación con el Gobierno de Sánchez debe ser “bilateral”, y no “multilateral”, de ahí que no vayan a participar en las conferencias que reúnan al resto de Comunidades. Este punto lo ha trasladado en referencia al Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Sobre su careo con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, Aragonés ha reconocido haberle propuesto “revisar al alza el objetivo de déficit para Cataluña en 2019”. También le ha sugerido la retirada de varios de los recursos de constitucionalidad interpuestos por el Estado y el saldo de “las deudas pendientes”, como por ejemplo, “los más de 700 millones de euros en seguridad ciudadana”. La interlocución, ha zanjado Aragonés, “será permanente”.