Quedan cuatro días para que el Partido Popular elija a su nuevo presidente y los nervios se disparan en las dos candidaturas. Pablo Casado expuso el programa de Gobierno que quiere defender ante centenares de militantes que quisieron escucharle este lunes a primera hora en un desayuno informativo en un lujoso hotel madrileño. Fue ese el escenario que eligió María Dolores de Cospedal para brindarle su apoyo: "Puede ser una magnífica opción", aseguró.
La candidatura de su rival Soraya Sáenz de Santamaría pronto salió para restar importancia a la foto de la secretaria general con el candidato. La exvicepresidenta aseguró que "las cuentas de la vieja" no funcionan desde Galicia, donde consiguió la foto con el más deseado, con Alberto Núñez-Feijóo. El único barón que gobierna con mayoría absoluta se puso una vez más de perfil y evitó brindar su apoyo público a la candidata. Dijo que si finalmente opta por movilizarse a favor de uno u otro "no será hoy ni mañana, será en el tramo final".
Mientras las dos candidaturas intentan trasladar la idea de que son el equipo vencedor del sábado, Casado va recibiendo poco a poco adhesiones a su proyecto. Además de los cuatro candidatos que perdieron en la primera votación, el vicesecretario contó desde el lunes con el apoyo público del presidente de Murcia, Fernando López Miras. Su candidatura ha recibido también la bendición de personas que pertenecen a la sociedad civil como son Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente Adolfo Suárez; Juan José Cortés, el padre de Mari Luz Cortés o Manuel Pizarro.
También el expresidente Aznar dejó entrever que su candidato favorito es quien fuera uno de sus colaboradores durante su Gobierno. "Si se hace lo mismo, no pueden esperarse resultados distintos", anunció a través de su fundación Faes. "La diferencia entre Santamaría y Casado es suficientemente estrecha como para no tenerse por concluyente", anunció antes de decir a los compromisarios que este proceso es "la mejor oportunidad para recuperar el interés de su base social".
La Comisión Organizadora del Congreso se reunió este lunes para anunciar que no habrá un debate entre los dos candidatos antes del cónclave. También apostaron porque Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados, sea la presidenta del cónclave de este fin de semana.
Los dos candidatos no se han reunido formalmente desde que se inició esta segunda vuelta. Santamaría y Casado coincidieron en una cena que organizó el Grupo Parlamentario Popular la semana pasada y se verán este martes en el pleno del Parlamento a primera hora de la mañana. La exvicepresidenta mantiene la mano tendida para llegar juntos al congreso pero el vicesecretario prefiere jugar la partida hasta el final y que la integración llegue una vez que hablen los compromisarios. La decisión final la tendrán los 3.082 compromisarios que se decantarán finalmente por uno u otro el sábado.