Rajoy maniobra para evitar que Feijóo dé el golpe de gracia a la candidatura de Santamaría
- El presidente del PP gallego aseguró que no comparecería hasta "antes del congreso".
- Un sector del partido teme que de su apoyo a Casado justo antes de la votación para perjudicar a la exvicepresidenta.
- Santamaría y Arenas confían en el impacto emocional de Rajoy para frenar in extremis a Casado
- El día que Pablo Casado 'formó gobierno' en Jai Alai
Una de las grandes incógnitas de la guerra por el control del PP es si Alberto Núñez-Feijóo desvelará a quién votará el sábado para que sea su sucesor. El presidente de la Xunta de Galicia evitó este jueves hacer público su pronunciamiento y aseguró que no iba a hacer ninguna comparecencia hasta "antes del congreso". Unas palabras que fueron interpretadas como que el gallego escenificará públicamente su apoyo a Pablo Casado justo antes de que los 3.082 compromisarios voten a su presidente o presidenta el sábado por la mañana.
El efecto que puede provocar una adhesión de última hora a la candidatura de Pablo Casado del único barón que gobierna con mayoría absoluta en España es "catastrófico para Santamaría", aseguran fuentes del partido. El sector del PP que se inclina por esta opción recuerda que Feijóo dio la espantada en el último momento por los "trapos sucios" que la exvicepresidenta pudiera guardar sobre su figura "y sacarlos en el momento oportuno para fulminarlo". Ahora, tras decidir dejar pasar este tren, piensan que "ha llegado el momento de que Feijóo prepare su venganza a la vicepresidenta".
Consciente de las tiranteces que hay entre el gallego y la exvicepresidenta, Rajoy intenta por todos los medios que Feijóo no escenifique su animadversión hacia la candidata apenas unas horas antes de la votación, por el efecto psicológico que podría provocar en los compromisarios indecisos. "Sería la puntilla que acabaría por destrozar al partido", vaticinan desde la propia formación. En Galicia se han sucedido este jueves importantes apoyos a la candidatura de Pablo Casado como la del presidente provincial de Pontevedra, Alfonso Rueda, mano derecha del presidente. También el coruñés Diego Calvo levantó sus cartas a favor del vicesecretario.
Santamaría araña parte del voto de los compromisarios gallegos, ya que algunos cargos del PP en la región han anunciado su apoyo. Uno de los últimos en hacerlo ha sido el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, y el portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreira, también apuesta por ella como futura presidenta.
La diputada gallega Pilar Rojo, amiga íntima de Mariano Rajoy, rompió su silencio para postularse al lado de Soraya Sáenz de Santamaría. "Me alegra que Soraya incluya en su equipo a Marimar Blanco. Ella es el ejemplo de que en el PP las víctimas del terrorismo siempre estarán presentes. Una persona luchadora y valiente para un gran equipo liderado por Santamaría", aseguró a través de una red social. A nadie en el PP se le escapa que esta diputada gallega es amiga personal de Rajoy, con el que comparte muchos veranos en Sanxenso. "Ella es una de las últimas fieles que le quedan y ese mensaje no lo pone sin saber que él piensa exactamente lo mismo", resume un dirigente popular cercano a la parlamentaria.
Otra de las grandes incógnitas que se quedarán sin resolver es a quién votará la gallega Ana Pastor, que ha sido elegida como presidenta de este histórico Congreso al que el PP llega más dividido que nunca. La gallega, también muy cercana a Rajoy, debe mantener la neutralidad que le exige el puesto. El presidente saliente tampoco ha desvelado si llevará hasta el final su neutralidad y el sábado no votará ni a Casado ni a Santamaría. O si, por el contrario, decide también posicionarse y ejerce su derecho a voto como un compromisario más.