Pablo Casado es ya el nuevo presidente del Partido Popular gracias al respaldo del 57% de los compromisarios que este sábado le prefirieron a él como líder en lugar de a Soraya Sáenz de Santamaría. Aunque su primera decisión ha sido ir a pasar el resto del fin del semana a Santa Pola, ya valora los siguientes pasos a dar.
Lo más urgente es formar su núcleo duro en Génova. Pablo Casado no quiso desvelar en su discurso del sábado quién sería su secretario general para hacer más fácil la integración con el equipo perdedor. Ahora, fuentes cercanas al presidente reconocen que busca como número dos a una mujer con experiencia en "territorio hostil".
Los nombres que suenan con más insistencia son los de Esperanza Oña, Dolors Montserrat y Andrea Levy. También el de la exministra Isabel García Tejerina. Oña, la exalcaldesa de Fuengirola, fue quien plantó cara a Javier Arenas y apoyó desde el principio la candidatura del hoy presidente del PP. En su contra tiene que Andalucía está muy dividida en clanes y familias, y Casado busca una secretaria general que sea "aceptable" por los perdedores del congreso.
El móvil del presidente del PP almacenaba 1.400 whatsapps y más de 10.000 felicitaciones apenas dos horas después de su proclamación. Casado no ha puesto fecha a su primer Comité Ejecutivo porque aún tiene que hablar con Sáenz de Santamaría de qué manera quiere que su equipo confluya en la candidatura vencedora. "Va a ser fácil integrar", repetía hasta la saciedad.
¿Cabeza de lista en Madrid?
El nuevo presidente quiere tomarle la palabra a la que ha sido su rival, que ha remarcado su disposición a colaborar para la unidad del partido. Él mismo, si hubiera perdido, había prometió lealtad a Sáenz de Santamaría: "Estaré donde quiera que esté", decía en una entrevista reciente con EL ESPAÑOL.
En estos días previos al recuento final, la exvicepresidenta decía que seguiría en política porque la política es su vida y se siente muy orgullosa de poder ejercer este servicio público. Pablo Casado está dispuesto a una integración real y para conseguirlo estaría dispuesto a ofrecerle que sea cabeza de cartel en una plaza tan importante como Madrid.
El presidente del PP todavía no ha empezado a estructurar cómo quiere que sea su partido, pero sabe que la ex vicepresidenta del Gobierno sería un cartel electoral muy potente para intentar recuperar una plaza importante como el Ayuntamiento que hoy gobierna Manuela Carmena.
Sáenz de Santamaría, de momento, ha optado por descansar tras estos durísimos dos meses que ha vivido desde que el PSOE echó al PP de la Moncloa. "Tenemos que descansar y asumir la derrota", reconocían fuentes de la candidatura de la exvicepresidenta.