El consejero de Acción Exterior de la Generalitat, Ernest Maragall, se ha comprometido con el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, a respetar en el futuro el procedimiento previsto en la Ley de Acción Exterior, que obliga a informar con antelación de las aperturas de delegaciones catalanas en el extranjero.
Así lo han avanzado fuentes del Ministerio y ha confirmado después el propio Maragall, añadiendo que así se lo adelantó por escrito al propio Borrell. Sin embargo, ha dejado claro que hay una diferencia de interpretación con las recién reabiertas. Para la Generalitat, se trataba de oficinas "ya vigentes antes del 155" y eso "no debía significar mayor problema".
Borrell había desvelado por la mañana, horas antes de su reunión con Maragall, que la Generalitat informó a Exteriores de la reapertura de sus delegaciones en Reino Unido e Irlanda, Alemania, Estados Unidos, Italia, Suiza y Francia, y sólo la víspera de publicarlo en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), es decir, sin tiempo de que Exteriores y Hacienda informen sobre ellas.
Es más, ha añadido que la Generalitat podía haberse ahorrado esa comunicación porque en Exteriores leen los "boletines oficiales". Por la tarde, tras la reunión con Maragall, fuentes del Ministerio han dicho que por el momento el ministro se ha reservado cualquier decisión sobre esas oficinas.
Maragall, que también se ha reunido con la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, ha reconocido que su conversación con ésta ha sido "más cordial y más útil", mientras la de Borrell la ha calificado de "clara y franca". Con él se ha reunido durante una hora y media y el ministro le ha recordado con claridad que la Ley de Acción Exterior obliga a las comunidades autónomas a comunicar de antemano las aperturas de oficinas en el exterior y también de los viajes al exterior de sus presidentes y sus consejeros (salvo en el ámbito de la UE).
El 'conseller' ha reconocido diferencias de interpretación de la normativa en otros asuntos, como los viajes del president y los consejeros al extranjero, la firma de acuerdos internacionales o el catalán en las instituciones europeas, pero ha afirmado que habrá "intercambio de criterios" y esperan poder llegar a "posteriores concreciones", así que ha detectado "voluntad" de comprensión y "si puede ser de coincidencia", se.
Reunión de la comisión bilateral
Por otra parte, la Generalitat de Cataluña quiere que la comisión bilateral, que se reunirá previsiblemente la semana que viene en Barcelona, aborde la cuestión de los presos y exiliados del procés y el derecho de autodeterminación de los catalanes, dos asuntos que no contempla que no estén en la agenda de la reunión.
Así de claro lo ha dejado Ernest Maragall tras reunirse con Borrell y con la titular de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet.
Tanto el Gobierno como la Generalitat, ha explicado Maragall, están trabajando en el contenido final de la reunión deberá incluir "explícitamente" el tema de los presos y el derecho a decidir, aparte de otros temas relacionados con inversiones, infraestructuras o competencias pendientes, entre otros.
Fuentes del Ministerio de Política Territorial han confirmado en este sentido que el miércoles volverán a hablar, posiblemente por teléfono, para intentar cerrar el orden del día de la primera comisión bilateral que se reúne desde 2008, según informa Efe.
En todo caso, Maragall ha afirmado que si no se avanza en el tema de los presos y del referéndum "será difícil" que se pueda avanzar para lograr esa "normalidad" que debería tener esta comisión. No obstante, ha dicho que no contempla en este momento un escenario de desacuerdo que impida que se celebre esta comisión.
Respeto a la acción de Cataluña
De hecho, también han expresado una "voluntad compartida de respeto institucional", en palabras de Maragall, que ha recalcado que Borrell ha expresado su "compromiso absoluto de respetar la acción exterior institucional de Cataluña" en el marco "de la legalidad vigente" y ha explicitado que no debe haber ningún problema.
Sobre las delegaciones, Maragall ha asegurado que en próximas aperturas, porque las oficinas "van a crecer en cantidad", se pedirá previamente el informe del Gobierno -de Exteriores y de Hacienda y, si es una oficina comercial, también de Economía- pero ha recalcado que ese informe "es preceptivo pedirlo pero no es vinculante". Las delegaciones, ha dicho, deben ser expresión de la voz institucional de Cataluña, podrán participar en debates de alcance internacional y europeo y defender los intereses catalanes.
"No son embajadas, son delegaciones de acuerdo con el entorno normativo que las ampara", ha dicho Maragall que, además, ha afirmado que la Generalitat quiere "pleno apoyo" de la acción exterior española a las funciones de representación de Cataluña. Las delegaciones, ha dicho, tienen objetivos de "representación, de presencia e influencia" y de expresar posiciones "con normalidad".
En la reunión no se ha hablado del consorcio de diplomacia pública Diplocat, según fuentes de Exteriores y tampoco, según Maragall, de "casos concretos" como la intervención del embajador español en Estados Unidos, Pedro Morenés, para rebatir al presidente catalán, Quim Torra, en un acto público en Washington, una actuación aplaudida por Borrell y muy criticada por la Generalitat.
Además, ambos han mostrado disposición a cooperar en instituciones en las que participan tanto el Estado como la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, como son los centros de estudios Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMED) y CIDOB y Casa Asia, que tiene sede en Barcelona. "Cada uno tiene su pequeña historia", habrá que trabajar en ellos", ha dicho también Maragall.
Las fuentes consultadas en Exteriores también han destacado el espíritu de cooperación y de normalización de las relaciones en el que se ha enmarcado el encuentro, que describen como continuación de las reuniones que han mantenido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, y los vicepresidentes Carmen Calvo y Pere Aragonés, respectivamente.
Maragall, que ha acudido a la reunión con Batet con dos regalos -los libros Qué pasa en Cataluña, escrito por Manuel Chaves Nogales en 1934 y reeditado y Homenaje de Cataluña a los intelectuales castellanos- no ha llevado obsequios a su encuentro con Borrell. Según ha dicho, se han regalado el uno a otro una "magnífica conversación".