"Yo quiero darles las gracias aquí a muchos socialistas que están diciendo que tenemos que estar juntos. Porque más allá de nuestros matices ideológicos, necesarios en democracia, estamos juntos para defender España". De esta forma, Albert Rivera hizo el sábado en Barcelona un guiño a quienes en las filas del PSOE no ven con buenos ojos la política de diálogo que mantiene el Gobierno con la Generalitat de Quim Torra.
El líder de Ciudadanos se detuvo en este argumento, y lo hizo con la suficiente insistencia como para que pueda verse tras sus palabras un intento de que afloren las discrepancias en el seno del PSOE. Tras asegurar que Pedro Sánchez se "equivoca de adversario" al atacar a Ciudadanos y "aliarse" con "quienes quieren destruir España", recordó que ya ha habido dirigentes socialistas que se han acercado a Cs. Citó los casos de Joan Mesquida y de Celestino Corbacho, secretario de Estado y ministro, respectivamente, con Zapatero, pero también el de Manuel Valls. "Es muy importante que estén con nosotros", subrayó, "para decirles a los españoles que el futuro pasa por ahí, por unir a la gente moderada".
No se quedaron ahí los ejemplos de buenos socialistas para Rivera: "Estoy mucho más de acuerdo con lo que dice Alfonso Guerra sobre Cataluña que con lo que dice Sánchez, y mucho más de acuerdo con lo que dice Paco Vázquez o con lo que dice [Juan Carlos Rodríguez] Ibarra. Estoy de acuerdo con todos esos socialistas". En ese sentido, apeló a la colaboración, porque "el problema no es de estar un poquito a la izquierda, un poquito en el centro o un poquito a la derecha: el problema es de defender los valores constitucionales".
El líder de Cs, que reclamó la convocatoria de prontas elecciones en busca de estabilidad para el país, aseguró que el futuro Gobierno de España pasa "por un presidente que no pacte con los nacionalistas, por un Gobierno transversal, abierto, moderado y por una mayoría parlamentaria fuerte que reforme España, pero para fortalecerla".