El Partido Popular no se pronuncia, de momento, sobre cuál será su posición ante la propuesta del presidente del Gobierno de acabar con los aforamientos en tiempo récord. El secretario general del partido conservador, Teodoro García, aseguró tras la reunión del comité de dirección semanal que este anuncio sirve para que "los golpistas escapen cuanto antes del Supremo" y evita un pronunciamiento oficial hasta que Pedro Sánchez diga cómo va a acometer esa reforma y qué salida le va a dar a aquellas personas que hoy son aforadas y, por lo tanto, juzgadas por un tribunal distinto al resto de españoles.
García Egea acusó aSánchez de ofrecer una medida "no original, sino un plagio que ya se planteó en Murcia, en Madrid, incluso en Andalucía", y desvió el tiro hacia su presidenta andaluza. "Quizá es un toque de atención y una desautorización a Susana Díaz, que se ha negado a eliminar los aforamientos".
El PP asegura que el jefe del Ejecutivo debe explicar mejor cuál es la medida que quiere poner en marchas antes de tomar una decisión. "Las cosas hay que abordarlas con profundidad. Pero más allá de venirle bien a Pedro Sánchez, no quiere que el juez Llarena siga juzgando a Carles Puigdemont y a todos los golpistas que serían juzgados por un juzgado ordinario en Cataluña".
Para los conservadores, esta medida responde única y exclusivamente al "pacto oculto" entre el PSOE y los partidos separatistas que votaron a favor de la moción de censura. El PP también pidió al presidente del Ejecutivo que envíe "una propuesta" para "empezar a hablar". A su juicio, la reforma "debe ser global", que no afecte a unos políticos sí y a otros no.