El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha asegurado este martes que el estado autonómico "muestra signos de agotamiento", pero ha precisado que la receta ante esta situación "no es la recentralización sino la profundización federal".
En su discurso con motivo del Día de la Comunitat Valenciana, en presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el president Puig ha afirmado: "Ahora que las instituciones catalanas se han levantado de la mesa en la que siempre contribuyeron a la apertura es precisamente la Comunitat Valenciana la referencia".
Tras reclamar financiación justa, inversiones equitativas y lealtad institucional, y defender la igualdad entre personas y la singularidad de los territorios, Puig ha advertido que los que "frenan la reforma proponen una contrarreforma. La pasividad o el bloqueo cuando la sociedad necesita cambios es retroceder".
Puig ha asegurado que la "España diversa" es "la España real" y ha defendido la necesidad de "romper la invisibilidad" de la Comunidad Valenciana y "abrir paso a una agenda propia".
Es "necesaria la voz valenciana, respetuosa y reformista, para liderar la defensa de las autonomías", según el president de la Generalitat, quien ha lanzado un "un mensaje claro contra la polarización: ni separatismo ni recentralización".
Tras destacar que en 2018 se cumplen 780 años del nacimiento del pueblo valenciano y 600 años de la Generalitat, Puig ha destacado que es la primera vez que un presidente del Gobierno participa en la celebración del Día de la Comunitat Valenciana.
"La pequeña historia deviene grande a través de gestos, de señales cómplices, de alianzas que comprometen -le ha dicho Puig a Sánchez-. Gracias por ser el primer presidente del Gobierno que asiste a un día tan especial para los valencianos".
Puig ha afirmado que en los últimos años, "mientras se producía el discurso y la acción recentralizadora, las comunidades autónomas sostenían una parte fundamental del estado del bienestar, a pesar de la insuficiencia de recursos".
Sin el esfuerzo de las autonomías, especialmente de las más infrafinanciadas, ha subrayado Puig, "no se habrían sostenido ni la educación, ni la sanidad, ni los servicios sociales, y hoy la deuda impagable sería la deuda democrática".
Las autonomías pueden mejorar su gestión, según Puig, "pero nunca pueden ser acusadas de ser la administración despilfarradora del estado".
Cada año el conjunto de las autonomías recibe 16.000 millones de euros menos de lo que sería necesario para cumplir con las competencias que les otorga la Constitución, ha asegurado Puig.
Puig ha explicado que cuando los valencianos piden la reforma del sistema de financiación, lo que están pidiendo es "que se cumpla la Constitución".
Ximo Puig ha lamentado que el "populismo conservador, tristemente, ya está presente en muchos discursos de la política española y valenciana".
"El problema ya no es tanto la existencia del extremismo sino que ideologías reputadas legitiman, aceptan e incorporan los postulados extremistas -ha agregado-. El problema con los extremismos no es su surgimiento sino la fuerza que les da la mimetización de sus propuestas por partidos representativos".
Puig ha tenido palabras de agradecimiento para la exministra Carmen Alborch, que ha recibido la Alta Distinción de la Generalitat: "gracias Carmen por tu voz, que ha roto, desde la palabra, desde la reflexión y desde la acción, muchos techos".