Este viernes, el corazón de Madrid se decorará con banderas rojigualdas y cientos de miembros de la Armada, la Guardia Civil, la Unidad Mlitar de Emergencias y la Guardia Real. En la Castellana y firmes, los Reyes y representantes de todos los poderes del Estado que después irán a palacio con sus mejores galas... ¿Todos? No. El tercer partido de España no mandará a nadie a su fiesta más importante.
Ha cambiado tanto España que parece que fue hace mucho, mucho tiempo. Pero en realidad Podemos no lleva ni tres años en el Congreso de los Diputados. Ésta es su tercera Fiesta Nacional y, tanto como huyen de la de los toros que recibe ese nombre por tradición, los de Pablo Iglesias lo hacen de la oficial, la del 12 de octubre.
Ningún representante del partido morado hará acto de presencia en la recepción que ofrecerán Felipe VI y Doña Letizia en el Palacio Real y sólo la vicepresidenta cuarta del Congreso, Gloria Elizo, y el guardia civil y diputado Juan Antonio Delgado, según pudo confirmar EL ESPAÑOL, acudirán al desfile.
Y aunque sea una tradición entre los de Iglesias desde que no son sólo agitadores sociales sino representantes del pueblo, la decisión de cómo afrontar este 12-O sólo se cerró en el consejo político el pasado lunes. A última hora de este miércoles, las fuentes oficiales del partido aún no querían confirmar los nombres de sus representantes a las 11.00 horas de este viernes en la Castellana.
Iglesias no, nunca
Y es que Iglesias no posa con la bandera de España si puede evitarlo. Sólo se le puede ver con la rojigualda en actos oficiales cuya organización no depende de él o de su partido, como en sus visitas a la Moncloa o cuando departió con Barack Obama en el aeródromo de Torrejón. Fuentes internas del partido aseguraban, cuando no estaba diseñada la estrategia para esta edición de la Fiesta Nacional que, seguramente se haría "como otros años", pero lo que era seguro es que "Pablo no" estaría entre los que representaran a Podemos.
En sus tiempos mozos, cuando Iglesias parecía ser sólo un activista callejero pero ya colaboraba junto a Errejón y Monedero en la Venezuela de Hugo Chávez -no hace tanto de eso, en septiembre de 2013-, el que hoy es principal socio del Ejecutivo lamentaba "no poder usar la bandera española, porque los de la izquierda perdimos la guerra... y la identidad 'España' no sirve para hacer política". En una conferencia en la Universidad de La Coruña, Iglesias confesaba sentir "envidia de la izquierda abertzale" por lo bien que comunicaba y por poder utilizar los símbolos de su nación vasca.
Sólo seis meses antes, en la campaña de las elecciones del 20 de diciembre de 2015, Iglesias había echado pestes contra los que luego fueron sus socios: "Nosotros no somos ni de izquierdas ni de derechas... que se queden ellos con su nostalgia y con su bandera roja". Así que ahora -se supone- sería imposible verlo de esta guisa, con la enseña de la Unión Soviética. Pero también circula por las redes un vídeo de un joven Iglesias despeluchado y muy alegre, bailoteando sobre un escenario y abrazado a los intérpretes invitados a un acto organizado por él mismo.
Lo más parecido a la bandera de España con lo que se puede haber visto al líder de Podemos es la de la II República, la roja, amarilla y morada. Luce en todas sus concentraciones, pobló las gradas de Vistalegre II e incluso ha presidido algunas de sus conferencias académicas.
Iglesias es una gran aficionado al baloncesto y jamás ha dudado en acudir a partidos de la selección o en celebrar sus triunfos públicamente. Pero si lo hemos visto practicando algún deporte ha sido fútbol. Famosas fueron las fotografías del secretario general vistiendo el morado de su partido como fondo de una camiseta 'fake' de la selección al estilo republicano.
Incluso cuando hace un año se presentó la zamarra con la que La Roja participaría en el mundial de Rusia, celebró con algarabía sus tonos azul acero que fundidos con el rojo oficial formaban algo parecido a una bandera republicana de arriba abajo de la prenda: "Hacía tiempo que la selección española no vestía una camiseta tan bonita", dijo.
Podemos siempre se ha definido como un partido republicano y, pese a la buena sintonía que ha demostrado Iglesias con Felipe VI en cada uno de sus encuentros, esta actitud no es más que la de la "revolución de las sonrisas". En el partido de los círculos se piensa que al Jefe del Estado se le rinde homenaje sólo si es elegido en las urnas... y quién sabe si también a la bandera.