Agustí Colomines es el 'arquitecto' de la Crida Nacional per la República, la nueva marca con la que el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont quiere reagrupar al secesionismo y reavivar el desafío a la legalidad, lastrado en este momento precisamente por las notorias diferencias entre JxCat, ERC y la CUP. Este ideólogo tiene una particular teoría sobre qué podría dar un espaldarazo definitivo para la ruptura con España: "En todas las independencias del mundo ha habido muertos. En la nuestra, hemos decidido que no queremos muertos. Si decides que no quieres muertos, tardas más, el proceso es mucho más largo", afirmó el lunes en una entrevista en 'La Xarxa'.
En ella, Colomines, destituido como director de la Escuela de Administración Pública de la Generalitat en aplicación del artículo 155 de la Constitución, avanza que la Crida abogará por "forzar un referéndum" sin "negociar a la baja", dando una "sensación de confrontación" con el Gobierno central y los poderes legislativo y judicial que despeje cualquier esperanza de "normalidad". A su parecer, la "normalidad" no es posible "mientras haya presos y exiliados", declaración que 'corona' calificando de "experimento" que Cataluña pretenda la independencia "sin un solo muerto", incidiendo en el obstáculo que esto supone en el manejo de los tiempos.
Asimismo, critica al PDeCAT, heredero de CDC, que ve como "un partido moribundo", y ensalza la todavía no nacida Crida como "un frente amplio e ideológicamente muy diverso".
La fundación de la Crida está prevista para el 27 de octubre en Manresa, con una ponencia y organización que elaboran desde la prisión de Lledoners y desde el Parlament el expresidente de la ANC Jordi Sànchez y la diputada de JxCat Gemma Geis, respectivamente. Colomines está un escalón por encima. Hombre de máxima confianza de Puigdemont, es el responsable de que el proyecto tome cuerpo y agrupe al mayor número de fuerzas posible.