La crisis migratoria no cesa. Trescientas personas saltaron este domingo la valla de Melilla, consiguiendo entrar en España 200 de ellas. Un hombre murió en el intento por un paro cardíaco, según fuentes de la Guardia Civil.
El número de inmigrantes que llegan a nuestro país de manera irregular desde Marruecos por las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no sólo no disminuye, sino que aumenta. En lo que va de año, 5.202 personas han entrado en España por este procedimiento: 1.633 a través de Ceuta y 3.569 por Melilla. Son 263 más que en el mismo período del año pasado, cuando 1.811 inmigrantes atraveraron la valla de Ceuta y 3.128 la de Melilla.
La crisis migratoria es uno de los problemas más graves a los que tendrá que hacer frente el Gobierno de Pedro Sánchez, que este domingo reconocía en Twitter que es un "reto". "El Gobierno siempre apostará por una solución coordinada y europea ante el reto migratorio", trasladaba. Precisamente esa posición es la que mantiene desde su llegada al poder. En su última reunión con la canciller alemana Angela Merkel este verano en Cádiz, coincidieron en que Europa debe dar una solución conjunta al problema. Acordaron dotar a Marruecos y Túnez de 130 millones de euros para que refuercen sus medidas de seguridad contra las mafias que organizan la salida masiva de personas de dichos países rumbo a España.
Sin embargo, esta política todavía no da frutos. Este sábado, el ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska recibió a su homólogo marroquí Abdelouafi Laftit en Madrid para abordar precisamente el problema de la inmigración y, horas después, 300 personas intentaban saltar la valla de Melilla, consiguiéndolo hasta 200.
Es el segundo salto masivo a la valla del año. En enero, otros 300 inmigrantes intentaron entrar en Melilla y 209 lo consiguieron. Como ha ocurrido tras las últimas llegadas de inmigrantes a nuestro país desde Marruecos, el Gobierno intentará la devolución en caliente de la mayoría de ellos.
Hace tres días, sin ir más lejos, el Gobierno devolvió a Marruecos a parte de las 30 personas que llegaron a las islas Chafarinas (archipiélago español en el Mediterráneo) en patera. Esta es la vía de actuación del Gobierno en la mayoría de las llegadas de inmigrantes. Así ocurrió por ejemplo en agosto con la llegada de 116 personas que fueron devueltas al país vecino en menos de 24 horas. El Ejecutivo se atiene a un tratado firmado entre España y Marruecos en 1992 al que los gobiernos del PP recurrieron en contadas ocasiones.
Problemas con Podemos
Con la aplicación de dicho tratado, los socialistas están traicionando su propio programa e incumpliendo el compromiso con sus socios.
Precisamente uno de los puntos de la negociación de los Presupuestos Generales con Podemos consiste en acabar con las devoluciones en caliente. Sin embargo, la buena relación con el Gobierno de Marruecos, que debe aceptar la entrega de sus compatriotas para hacer efectivo el acuerdo, está llevando al Gobierno a devolver a la mayoría de inmigrantes, salvo a los menores de edad y las personas vulnerables. Quienes piden asilo tienen más posibilidades de permanecer en España.
Tanto el ministro de Interior como la portavoz del Gobierno, Carmen Calvo, justifican la decisión en la "violencia contra las fuerzas de seguridad" empleadas por los inmigrantes que "no vamos a consentir" dijo Calvo en rueda de prensa este verano.
Sin embargo, este discurso no convence a Podemos, que esta misma semana tiene previsto exigir explicaciones al Gobierno.
Quejas de los agentes
Por otro lado, Sánchez y su equipo también tiene enfrente a la Guardia Civil desplegada en la frontera de Melilla, que este domingo ha pedido refuerzos humanos y materiales para evitar más muertes en la frontera.
Según han manifestado fuentes del sindicato Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) a Europa Press, el suceso "se veía venir", y aseguran que igual que ha muerto un inmigrante podría haber muerto un agente porque sólo eran 12 para detener a los 300 hombres que han intentado cruzar la valla.